Tomeu Maura
Tal como podréis leer este viernes en EL MUNDO, por fin la Federación Española de Fútbol le ha levantado el veto al Mallorca. El próximo martes Angel Villar recibirá en Las Rozas a Jaume Cladera y Llorenç Serra Ferrer, y de esta forma se pondrá punto y final a un ostracismo que ha durado más de seis meses, y que ha vivido episodios tan humillantes para el club como su marginación en el almuerzo de Navidad del pasado mes de diciembre. Fue el único de los veinte que forman la Primera División que no recibió la invitación de la Federación.
Aunque no se trate de un fichaje ni nada parecido, la noticia es institucionalmente magnífica para el Mallorca. No hace falta que os explique lo que significa estar enemistado con Villar. Tanto en aspectos tangibles como en los intangibles. La exclusión de la pasada European League es la consecuencia más dura que ha tenido que padecer el club en este proceso. Todo venía de cuando Grande apoyó a Alemany en su candidatura a la presidencia de la Federación Española. Ahí empezaron a agrietarse las relaciones, y al final el Mallorca era un equipo proscrito.
A mí Villar me parece un impresentable, pero ese ya es otro cantar. Lo cierto es que la postura más inteligente era tratar de hacer las paces, y ha costado más de medio año conseguir que el señor presidente se dignara recibir en audiencia al Mallorca. Ahí ha sido fundamental la mediación de Miquel Bestard, presidente de la Federación Balear.
En fin. Un enemigo menos. Aunque la próxima semana os explicaré algunas cosas que os harán entender el porqué de la animadversión que ha provocado este verano el Mallorca en algunos clubes españoles. Entenderéis que no era casual.
P.D. Novedades en entradas y salidas: Tuni acepta marcharse en el mercado de invierno, después de darse cuenta de que aquí no tendría ni bola. El Nàstic es quien más avanzadas tiene las negociaciones. Mientras tanto, Corrales sigue en sus trece. Tiene contrato hasta 2012 y parece decidido a cumplirlo. Tampoco hay novedades en el caso de Castro. En cuanto a fichajes, no habrá ninguno más si no se producen como mínimo otras dos salidas. Ah, y antes de que me lo preguntéis: el Mallorca no ha hecho ninguna gestión para traer a Güiza. Por cierto, su salario en Turquía es de dos millones y medio de euros libres de impuestos por temporada.
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