El último pinchazo en casa del Sant Jordi frente al San Francisco B (1-1) ha supuesto un paso atrás casi definitivo en la lucha por la plaza de ascenso a División de Honor, un puesto de privilegio que ha tenido al alcance de la mano el plantel de David Torres durante toda la temporada. Diez son los puntos que separan al equipo verdinegro de su principal adversario y actual líder de la categoría, el Cide A, una distancia que ahora parece insalvable.

«Da rabia ver cómo se escapa la posibilidad de ascender», lamenta Torres, si bien recuerda la condición de debutante del San Jordi: «Nuestro objetivo nunca fue subir, pero empezamos muy bien la temporada. Fuimos una sorpresa, el equipo revelación; nos vimos arriba y todos nos ilusionamos. A todos nos gusta estar arriba y cuanto más, mejor».

Factores como las lesiones, las sanciones y los arbitrajes han provocado un bajón en los resultados del conjunto jordier, que en las últimas cinco jornadas sólo ha podido sumar una victoria, mientras que ha encajado tres derrotas. No obstante, el míster, que considera «espectacular» la campaña que está haciendo el equipo, lanza un mensaje de optimismo de cara al tramo final del curso: «El vestuario está fuerte moralmente y con ganas de salir del bache».

Selección de Eivissa

El técnico ibicenco reconoce que su equipo es «una selección de Eivissa», pero advierte que «aquí los jugadores no están acostumbrados a competir como en Palma». También recuerda que el representante pitiuso en la Liga Nacional el curso pasado, la UD Ibiza-Eivissa, «tenía mucho mejor equipo que nosotros».

«Jugadores ofensivos como Nil, Tomillero, Rivera, José Fernández o Cortés hemos suspirado por ellos toda la temporada», añade Torres, que confía en que buena parte de los diez futbolistas que acaban este año su etapa como juveniles den el salto a Tercera División.

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