La mayoría de vosotros nunca lo visteis jugar, pero era un futbolista extraordinario. El centro del campo que formaban en Dinamarca Jesper Olsen, Soren Lerby y Frank Arnesen tenía una calidad fuera de lo común. Arriba, además, la pólvora la ponía Preben Elkjaer Larsen y el talento Michael Laudrup, que era el más joven de esta generación a la que España frenó en varias ocasiones, la más famosa de ellas el 1-5 de Queretaro, en México 86. Frank Arnesen jugó dos años en España, de 1981 a 1983, en el Valencia de Carrete, Tendillo, Botubot y Solsona. Luego se fue al Anderletch, pero lo mejor de su carrera lo vivió en Eindhoven con el PSV de Ronald Koeman y Wim Kieft.

Arnesen se retiró muy joven, sin haber cumplido aún los 32 años, y con la rodilla destrozada. El PSV le premió nombrándole ayudante de Bobby Robson, pero pronto se dio cuenta de que su visión del fútbol era privilegiada. No tardó en asumir el cargo de manager general, y durante diez años su ojo clínico llevó al PSV a futbolistas de primer nivel, como el propio Ronaldo. En 2004 dio el salto a la Premier, al Tottenham, y en 2005 Abramovich le fichó para el Chelsea. El ha sido el brazo ejecutor del equipo más rico de Europa. No ha cumplido su propósito de ganar la Champions, pero se ha alternado con el Man’U en el dominio de la Premier y se ha ganado a pulso ser considerado uno de los mejores scouters del mundo.

Pese a tener ofertas de media Europa, Frank Arnesen le dio hace varias semanas el sí al Hamburgo, un club que está muy lejos de la esfera de poder de la Bundesliga, a pesar de su pasado glorioso. Pero parece que el proyecto ha seducido al danés, y ahí es donde entra en juego el Mallorca. Esta semana un diario hamburgués publicaba el interés del equipo en el fichaje de Michael Laudrup la próxima temporada. Cuando lo lei no le di la menor credibilidad, pero no había tenido en cuenta el efecto Arnesen. Frank y Michael son amigos personales, se conocen desde hace muchísimo, y parece que en efecto es cierto que el nuevo»number one» del Hamburgo quiere llevárselo al único club de Alemania que no ha bajado jamás a Segunda División desde que se juega la Bundesliga, y que cuenta con uno de los estadios más impresionantes de Europa.

En el Mallorca no saben nada y están convencidos de que Laudrup cumplirá su contrato. De todos modos, bueno es saber que el pasado verano el danés hizo incluir una cláusula que le permite romperlo previo pago de 500.000 euros. Lo más curioso del caso es que esa cláusula no es de ida y vuelta. Es decir, que si el Mallorca es quien quiere despedirle deberá abonarle todo su salario.

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