El Atlético Baleares ha decidido romper negociaciones con el Mallorca porque se siente discriminado. Habían fletado un autocar para trasladar a directivos y acompañantes a Son Bibiloni y hoy el Mallorca les ha comunicado que sólo podrán acceder al recinto las personas que figuren inscritas como dirigentes en la Federación Balear de Futbol. Eso ha enervado a los blanquiazules, que dicen que en el partido de la primera vuelta dejaron entrar a todo el mundo, sin reparar en número, y sin cobrarles ni un euro de entrada.
Otro punto de conflicto reside en el trato a los menores. El Mallorca sólo dejará pasar gratis a los menores de siete años, y el Atlético Baleares pensaba trasladar a Son Bibiloni a todas sus categorías inferiores.
Por supuesto la explicación del Mallorca ya os la podéis imaginar. Son Bibiloni tiene una capacidad muy reducida y quien debe tener prioridad son los abonados, que disfrutan de entrada gratis para los partidos de los filiales. Además, el club asegura que el miércoles puso a la venta 180 localidades y este jueves, cuando se cerraron las taquillas, quedaban todavía 90. Por cierto, que nadie acuda a Son Bibiloni pensando en poder comprar allí alguna entrada, porque no se habilitará ningún tipo de taquilla.
Enfadados por lo que ellos consideran mal comportamiento, los aficionados del Atlético Baleares están recurriendo a una maniobra inédita: pedirle a sus amigos y compañeros mallorquinistas que les presten el carné para este próximo domingo. Parece además que este recurso se está extendiendo y el Mallorca, que se siente preocupado por la poca capacidad del recinto, medita habilitar algún tipo de dispositivo de seguridad para comprobar que la identidad de los individuos que acudan a Son Bibiloni coincida con la que figura en el carné de abonado que presenten.
Pero más allá de todo lo que os estoy contando, que en el fondo no es más que una anécdota, lo que sí es cierto es que estamos viviendo una época de máxima rivalidad entre el Mallorca y el Atlético Baleares auspiciada por las ansias de crecimiento del club blanquiazul, que prepara su inminente conversión en Sociedad Anónima Deportiva de la mano de su mecenas, Inverfútbol. Hombre, dudo que Palma dé algún día para tener dos equipos en Primera División, pero si eso sucediera sería sin duda fantástico para nuestro fútbol.
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