El futbol mejora la coordinación, la capacidad cardiovascular, la coordinación, la visión periférica y oxigena la sangre, además de fomentar el compañerismo, el trabajo en equipo y la responsabilidad y autonomía . Todas son cualidades importantes para cualquier niño….o niña. Entonces ¿porqué juegan tan pocas chicas?
Desde pequeños a la mayoría de chicos les gusta dar patadas a un balón, son pocos los niños que en el recreo o en su tiempo libre no juegan al futbol. Se calcula que en España más de un millón de menores practican este deporte de manera regular. Por el contrario, las niñas que eligen el llamado deporte rey son consideradas bichos raros.
A pesar de todos los prejuicios, algunas chicas deciden ir contra corriente y jugar al futbol. No lo tienen fácil. Cuando son pequeñas, en las categorías Benjamín y Alevín, no hay liga femenina, por lo que se inscriben en equipos mixtos. Aunque los expertos destacan que a los siete años no se nota la diferencia entre sexos, a partir de los diez reconocen que las niñas son más coordinadas y tienen más técnica, con la que suplen la fuerza de los chicos.
A medida de cumplen años, la cosa se pone más difícil ya que no se les permiten jugar en equipos mixtos y apenas hay ligas femeninas. Sin el incentivo de las competiciones, muchas chicas se cansan y acaban abandonando.
«¿Al principio los chicos se metían conmigo, pero luego todos me querían en su equipo?»
Carmen tiene diez años, una voluntad de hierro y una hermana gemela a la que no le gusta nada el deporte. Ajena a lo que pensaran sus amigas de ella, a la indiferencia e insultos de los chicos y sin dejarse vencer por el desánimo cuando nadie quería jugar con ella, Carmen luchó por hacer lo que más le gusta: jugar al futbol.Hoy es portera de los Cracks y ha sido fichada este verano por el Valencia para ir a Barcelona para jugar con el equipo femenino en un torneo.
-¿Desde qué edad juegas al futbol?
-Desde los cinco años. Mi hermano mayor jugaba y a mi también me gustaba mucho
-Tenías amigas que jugaran también al futbol?
-No, pero no me importaba
-¿Como empezaste a jugar?
-En el recreo los chicos no me dejaban jugar con ellos, así que me ponía en la portería y cuando no tenían más remedio, porque les faltaba gente, me llamaban. Luego vieron que jugaba bien y cuando se hacían los equipos todos querían que fuera con ellos.
-¿Cual fue tu primero equipo?
-Empecé en San Antonio de Benageber, en el campo municipal. Era la única chica. Luego pasé a la Escuela Municipal de Futbol de la Eliana, donde jugaba con chicos tres años más mayores. Tenía ocho años y el resto de chicos eran más grandes que yo, eran como torres.
-¿Siempre has jugado de portera?
-No, pero me daban muchas patadas, hasta que me harté y decidí ser portera.
-¿Cómo se portaban el resto de compañeros de equipo contigo?
-Al principio me insultaban y se metían conmigo. Pero luego ya no. Enseguida empezaron a respetarme
-Te encuentras a otras chicas en los equipos contra los que juegas?
-Muy pocas, y ninguna portera
-¿Dónde juegas ahora?
-En el Cracks, me llamaron porque necesitaban un portero y un entrenador se acordó de mi. Ya llevo tres años, pero el año que viene me voy a un equipo de chicas porque ya no puedo jugar en un equipo mixto.
-¿Qué es lo que te gusta del futbol?
-Es divertido y me lo paso muy bien.
-¿Crees que hay diferencia con otros jugadores?
-Sólo cuando acabamos de jugar. En los campos donde jugamos no hay vestuario de chicas y me tengo que esperar a que acaben los chicos para poder entrar yo a cambiarme. Es un rollo.
-¿Que trofeos has ganado hasta ahora?
-He sido elegida mejor portero durante tres años y también he ganado dos años el premio al jugador más regular en los entrenamientos. Este año además he representado a la Comunidad Valenciana en el campeonato nacional de comunidades autónomas y he sido portera titular de la selección
-¿Que les dirías al resto de niñas que piensan que no pueden jugar al futbol?
-Que el futbol no es solo de chicos, que es para todos.
La madre de Carmen le apoya en todo, aunque reconoce que al principio pensó que sería algo pasajero y que se le pasaría pronto. “El entrenador del primer equipo en el que jugó me dijo que no hacía falta que pagara la cuota, porque pensó que seguro que se cansaba y dejaría de ir”. Ahora, dice orgullosa “muchos padres me felicitan tras los partidos porque juega muy bien”. Jugar al futbol además ha enseñado a Carmen a ser más responsable, “saca buenas notas, pero se tiene que organizar para poder estudiar, también ha tenido que aprender a ser puntual y a responsabilizarse de sus cosas”.
padresonones.es
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