Alineaciones:

At. Baleares: Matías, Tolo Reus, Valentín, Del Castillo, Bigas, Checa, Peter (Ángel, min. 67), Lawal (Savoia, min, 86), Thiago, Martins y Dani Lucas (Ernesto, min. 59).

L’Hospitalet: Craviotto, Iván Hammouch, Lobato, Santacruz, Lucas Viale, Manel, Corominas, Marc Pedraza (Alfonso, min. 58), Jordi Martínez (Eloi, min. 72), Pitu y Sergio Cirio.

Gol: 1-0, min. 77: Martins.

Árbitro: Medina Méndez (colegio valenciano), horroroso.

Tarjetas: Amonestó por parte local a Peter, Dani Lucas, Del Castillo y Checa; y por parte visitante Iván Hammouch. Expulsó de manera injusta al portero local Matías en el minuto 66.

Incidencias: mucho público en el Estadio Balear. Presenció el encuentro la esposa del malogrado míster Ángel Pedraza –Sara-, junto a su hija Ana, viendo las evoluciones de Marc Pedraza sobre el terreno de juego. Fueros despedidas con una ovación, al igual que el jugador cuando fue sustituido. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de Japón.

Comentario:

Hay partidos en los que no sólo hay que mirar el “qué” -3 puntos- sino el “cómo”. Y hoy es uno de esos días en que lo segundo justifica lo primero. El rival se las traía. Visitaba el Estadio Balear el líder –no, no miren la tabla-; me refiero al líder de la segunda vuelta, el líder en partidos seguidos sin salir derrotado de un rectángulo -10 jornadas- y el líder en juego. Porque si hay un equipo en este grupo de segunda B que intenta jugar el cuero con criterio, ese es el Hospitalet. Sus cambios constantes de juego como si de balonmano se tratara, a la búsqueda de un hueco por donde crear peligro, han sido constantes.

Salen jugando desde atrás sin rifar el cuero, a menos que la presión obligue al balón largo. Tienen jugadores experimentados que contrastan con excepcionales promesas, algunas ya comprometidas con clubes de primera división, y tienen en el entrenador, Miguel Álvarez, a todo un experto en la categoría. Bueno, pues si piensan que todo ello no fuera suficiente para echarse a temblar, añádanle la actuación más sibilina que se puedan imaginar por parte de un colegiado que deja la profesión –y la vergüenza- a la altura del betún. Agítenlo todo y saquen un resultado de la coctelera: ¿1-0.Cómo es posible? Llámenlo como quieran: suerte, desacierto rival, …pero no se olviden de la épica. Porque de esa ha habido para dar y regalar.

El partido comenzó con un cara a cara en toda regla, jugando de tú a tú dos equipos que para nada iban a especular. Los locales con menos conservadurismo del esperado, dejando a Ernesto en el banquillo y mordiendo arriba. Fruto de ello, dos claras ocasiones de Dani Lucas que no supo materializar en la primera mitad. Por su parte el Hospitalet, jugando como lo que es: un señor equipo. Ningún maltrato al balón, pero sí a Matías, que puso la manopla en la escuadra para evitar un gol cantado también en el primer tiempo. Con marcador a cero se llegó al descanso, con un conjunto local castigado incomprensiblemente con dos amarillas (Dani Lucas por protestar una más que posible falta, y Peter, por caer en área rival tras chocar con un contrario) que ya empezaban a anunciar el festival arbitral del segundo tiempo.

Y así fue. Comenzó el segundo asalto sin cambios, pero con permutas continuas de los delanteros visitantes Cirio y Corominas, mientras el veterano Javi Martínez aguantaba en la frontal balones para alimentar a la segunda línea en llegadas constantes. Avisó Thiago en una falta escorada a la zurda que nadie supo rematar. Lobato devolvió el peligro en el 55 en jugada personal que salió rozando el palo izquierdo de Garavano. Entró por los visitantes Christian Alfonso –ojo con el futuro de este jugador-, y acto seguido Siviero puso bravura en la medular. Entró Ernesto, cuya primera andanada junto a la cal en la divisoria ya anunciaba sus ganas de brega. Y llegó el minuto 65. Corominas se planta ante Matías, toca en diagonal hacia el córner, Matías se lanza y el colegiado, ante la caída del visitante, señala penalti y expulsa al argentino.

El Estadio, que ya andaba crispado, ruge a más no poder. Se marcha Peter y entra el guardameta juvenil Ángel Lozano. Pitu lanza con la diestra y la magistral estirada del juvenil manda el cuero a saque de esquina. Ovación. No fue la única intervención de gran mérito del chaval, que minutos más tarde, en un mano a mano, saca el 0-1 de su portería. Y donde las dan las toman. Ataque blanquiazul por la izquierda a la contra. Thiago y Lawal combinan y balón a la frontal para que Martins en carrera bata por bajo a Craviotto. ¡La locura!. Transcurría el minuto 77, y de ahí hasta el final sufrimiento, sacrificio, entrega, lucha,…y suerte. Sólo dos contras locales podían haber hundido al rival, pero los pases de Lawal quedaron largos. Todo lo demás ataque rival. El Atlético Baleares encerrado atrás; Siviero sin parar quieto, y el público poniendo el corazón a prueba. El tiburón rondó el área hasta el final, pero no pudo hincar el diente. Con el pitido final, éxtasis colectivo, no sólo por el esfuerzo visto, sino porque con esta victoria el Atlético Baleares es firme candidato a disputar una nueva temporada en la categoría. El Hospitalet, por su parte, sigue siendo candidato a todo: ¡menudo equipazo!

Matías Garavano: “No fue penalti”.

El guardameta argentino nos explicó la polémica jugada: “Lanzó el cuero demasiado largo y se dejó caer. Me tiré pero encogí los brazos en lugar de alargarlos porque sabía lo que buscaba. En todo caso, si pita penalti -que no lo es- no puede mostrarme la roja, porque el cuero se aleja del marco y porque llegaba Toni -Del Castillo- a defender la jugada, por lo que sólo podía mostrarme amarilla; aunque te repito: no fue penalti”.

Daniel Riera para Fútbol Balear.

Fotos BVich, T. Moya y Oscar Quetglas para Fútbol Balear

Grabación de las declaraciones de los dos entrenadores después del partido servidas por Toni Lliteras.

Miguel Alvarez y Gustavo Siviero