Alineaciones:

Santa Catalina: Roberto Fiol, Marc Fuster, Bernat A Moya, Lluis Rabassa, Victor Cuenca, Bartomeu Ballester, Carlos Romero, Cristian E Cartagena, Angel Jorda, Ben Elliot y Kristiyan V Peney.

Sustituciones: Mateu Mayol por Kristiyan V Peney (min.49), Nicolas N Barroso por Marc Fuster (min.54) y Crhistian Sitges por Cristian E Cartagena (min.60)

Rotlet-molinar: Manuel Diop, Nadir Cano, Manuel Hernandez, Dario Neukon, Antoni Luis, Christian Amezcua, Antonio Company, Francsico Fernandez, Jose C Rueda, Ernesto Martinho y Stiven J Lastra.

Sustituciones: Carlos Sintes por Antonio Company (min.41) y Angus Remero por Nadir Cano (min.58)

Goles: 0-1 Antoni Luis (min 79)

Árbitro: Carlos Rodríguez Quintero.

Tarjetas: Bernat A Moya (amarilla, min 72) para el Santa Catalina.

Comentario:

Partido disputado en la mañana de sábado entre el Santa Catalina y el Rotlet-Molinar. Poquísimo público. La liga va llegando a su fase final y las necesidades de puntuar se acentúan. El equipo visitante tuvo problemas para sacar un once inicial; la falta de asistencia de diversos jugadores -en su mayoría defensores- motivaron que tan sólo pudieran presentar trece fichas y que, precisamente, fuera en esa zona donde el entrenador tuviera que “reconvertir” a delanteros en defensores. Poco a poco, sacando fuerzas de lo que era su debilidad, éste hecho cimentó el agónico triunfo blanquinegro. Di Stéfano fue el primero que demostró que el futbol se realiza con los músculos, pero que se crea con la fantasía, la improvisación genial y la intuición.

Desde el pitido inicial, el Santa Catalina salió a resolver el partido. Construían desde atrás –la línea que puso los músculos y la intuición-, pasaban por una medular todo pulmón y buscaban una y otra vez a su veloz extremo izquierdo, quien intentaba crear la fantasía y la improvisación. Embotellaron al equipo visitante el cual se defendía como gato panza-arriba. Tan sólo la aparición de los delanteros en tascas defensivas, conseguían desbaratar las jugadas de peligro que se intentaban crear alrededor del área molinera. Con pocas oportunidades de gol por parte del Santa Catalina, un tiro al palo y algún que otro arreon por parte del Rotlet-Molinar, se llegó al final de la primera parte.

En la segunda mitad el equipo visitante dominó más el encuentro y tuvo 4 ó 5 ocasiones claras de gol. El encuentro, empero, semejaba a un mar en calma, y nada hacía presagiar la tormenta. Y, sin embargo, la tormenta llegó. Faltando pocos segundos para que el encuentro finalizará, las embestidas del Rotlet-Molinar encontraron portería y conseguía gol. Su intuición goleadora, junto con la improvisación de su medular defensiva, consiguieron tres puntos que, puede, sólo puede, ser su salvación.

Cristóbal Artigues para Fútbol Balear