Al jugador del Formentera Álex le implantaron ayer una placa y cuatro tornillos en la operación de rotura tibia de la que fue intervenido en el hospital Can Misses. El jugador estuvo en el quirófano tres horas y por la tarde estaba algo más tranquilo en su habitación. «Ahora ya estoy mejor, pero la verdad es que lo he pasado bastante mal. Ahora hay que pensar en recuperarse.
La lástima es que no hubiéramos ganado al Isleño». Álex esperaba el traslado en helicóptero al hospital de Formentera, donde estará ingresado una par de días y luego se podrá marchar a casa, pero, de momento, no podrá trabajar en el restaurante Can Forn, del que es propietario junto a su hermano.
Diario de Ibiza
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