Tomeu Maura

Un millón de euros por ganar en Son Moix. O lo que es lo mismo. Un aguinaldo veraniego de 50.000 euros de los que no se declaran a Hacienda para cada futbolista. Este es el premio que según ha llegado a oídos del Mallorca habría ofrecido el Getafe al Atlético por conseguir el sábado los tres puntos en Son Moix. Por cierto, que según las mismas fuentes el dinero no saldrá de las arcas getafanses, sino del fondo de inversiones de Dubai que ha comprado el equipo con la promesa de invertir en él 70 millones de euros.

Es una cantidad enorme, pero vista en perspectiva parece calderilla ante el valor de negocio que supone un club de Primera División. El Mallorca lo sabe, y empieza a asumir que se va a encontrar a un rival super motivado no sólo por los tres puntos, que por otra parte necesita para eludir la fase previa de la European League, sino también por otros alicientes mucho más apetitosos. A cuatro días de que la Liga quede definitivamente resuelta, parece que la solución pasa sólo por Son Moix y Anoeta, porque son muchos también los que creen que va a ser difícil que Zaragoza, Deportivo y Villarreal no resuelvan sus partidos ante Levante, Valencia y Osasuna, respectivamente.

«Tenemos claro que vamos a necesitar un punto», admitió ayer una fuente oficial del Mallorca, que añadió que «ésta ha sido la Liga más artificial de la historia. El Levante lleva tres empates consecutivos ante Sporting, Barcelona y Valencia más que sospechosos. Y no hace falta hablar de la victoria del Sporting ante el Racing».

El Mallorca tiene también claro que debe jugar con el marcador y con el reloj. Su ventaja es que comienza el partido siendo equipo de Primera División, y sabe también que tanto Getafe como Real Sociedad no podrán especular con el empate si el resultado en Son Moix es incierto. «El 0-0 nos beneficia de dos modos. Primero, porque nos basta en cualquier caso. Segundo, porque obliga a Getafe y Real Sociedad a ir a por el partido». De lo que se trata, pues, es de evitar a toda costa que el Atlético cobre una ventaja importante, porque esa es la señal que está esperando el Getafe en Anoeta para pactar el empate con la Real.

Esta es la tercera ocasión desde que el Mallorca regresó a Primera División en 1997 en la que el equipo llega obligado a la última jornada de Liga con el peligro de que una derrota le podría precipitar a Segunda División. Como en las anteriores oportunidades cuenta con dos grandes ventajas: depende de sí mismo y juega en su estadio, arropado por su afición.

En la última jornada de la temporada 2001-02 el Mallorca derrotó 2-1 al Valladolid en Son Moix en un partido del que todavía sigue hablándose por lo que sucedió en la segunda parte. El Valladolid se adelantó por medio de Fernando, pero tras el descanso el Mallorca remontó con goles de Ibagaza y Luque. Años más tarde, en la temporada 2004-05, la situación se repitió ante el Betis, con el añadido de que los verdiblancos también se jugaban su pase a la Champions. Empate a uno al final y los dos contentos. Por cierto, que el entrenador bético era…Serra Ferrer.

Parece que todo lleva a pensar que el sábado sucederá lo mismo porque las estadísticas del Atlético en Son Moix son terribles. En Palma lleva sin ganar desde la temporada 2003-04, en la que se impuso 0-1 con un gol de Fernando Torres en tiempo de descuento, y con Gregorio Manzano en el banquillo colchonero, y en las últimas temporadas suma ya tres derrotas consecutivas dando además una imagen pésima.

En el Manzanares, desde luego, apenas se habla del partido del sábado en Son Moix. La actualidad rojiblanca pasa por la profunda remodelación que va a sufrir su plantilla la próxima temporada, así como por el futuro del uruguayo Diego Forlán, que no parece que vaya a ser convocado por Quique para jugar en Mallorca, lo que sería todo un alivio porque al uruguayo se le da especialmente bien el equipo balear, hasta el punto de que en la primera vuelta le marcó dos goles.

Diego Forlán está en venta. El Atlético de Madrid tiene la firme intención de desprenderse del jugador uruguayo cuando concluya la actual temporada. Su rendimiento esta campaña no ha convencido y su edad, cumple 32 años pasado mañana, invita a la venta del que fuera héroe de la Europa League conquistada en Hamburgo.

La ficha del jugador, 4,5 millones de euros netos por temporada, es la principal losa que existe para la continuidad de Forlán. En el mercado invernal de las últimas temporadas ya se vendió a Maxi y Simao para ahorrarse algunas de las fichas más altas del plantel, traspasos con los que, por otra parte, apenas se sacó dinero de Liverpool y Besiktas, respectivamente.

La intención del jugador, por su parte, dista mucho de ser la misma, pues ni siquiera descarta seguir vistiendo la rojiblanca si no llega una oferta que cubra sus expectativas económicas y deportivas. Por ahí se plantearía prolongar su estancia una temporada más, aunque tiene contrato hasta 2013. Su pésima temporada -lleva ocho goles en Liga y sólo ha marcado uno en los 18 partidos de la segunda vuelta- ha terminado con un enfrentamiento con el entrenador, que llegó a no incluirle en la lista del duelo ante el Hércules.

La marcha de Quique Sánchez Flores tras el encuentro ante el Mallorca del próximo sábado, así las cosas, hará desaparecer el que para Forlán es principal motivo de su mal rendimiento esta temporada: la falta de confianza del técnico madrileño.

La actual es su cuarta temporada desde que llegó en 2007 del Villarreal y, salvo en la actual, siempre ha cumplido con sus cifras goleadoras -16, 32 y 18 tantos en Liga-.

El Mundo el día de Baleares