Marcos García, que tiene contrato con el Valladolid de Segunda, y Carlos Tomás, que forma parte del Villarreal, son los máximos representantes ibicencos en la élite.

PACO MURILLO | IBIZA El fútbol pitiuso continúa expandiendo sus fronteras y la temporada pasada al menos una docena de jugadores formaron parte de equipos de fuera de Ibiza y Formentera. Acabado este curso, todos ellos negocian su continuidad o piensan en encontrar acomodo en otros clubes. Los grandes referentes fueron Marcos García y Carlos Tomás, que coincidieron en el Villarreal B de Segunda División. Incluso, el segundo de ellos debutó en Primera División enfrentándose al Osasuna en el Reyno de Navarra el pasado 21 de mayo.

Tomás seguirá ligado al club castellonense, con el que tiene contrato en vigor, al menos una temporada más. El central sueña con poder asentarse en la élite nacional, aunque es consciente de que la próxima campaña se antoja que será aún muy complicado y no quiere acelerar los tiempos: «Me han dicho que hay posibilidades de empezar con el primer equipo, pero con ficha del filial. Debo ir paso a paso sin ninguna prisa», comentó el jugador ibicenco.

Mientras, ´Marquitos´ deberá reincorporarse a la disciplina del Real Valladolid, club del que salió cedido para el Villarreal B. Los pucelanos comenzarán la pretemporada a mediados del mes que viene y el centrocampista de Sant Antoni debe arrancarla con ellos. «Volveré a Valladolid y estoy pendiente de que se confeccione el equipo. Por lo demás, no hay nada decidido», explicó ayer.

Tras conocer el éxito con el Villarreal en Primera División (2006-07), pasó cedido al Recreativo de Huelva en la máxima categoría del fútbol nacional (2007-08). A la siguiente campaña, el Villarreal también le encontró acomodo en la Real Sociedad, pero en este caso en Segunda División, categoría en la que se ha movido desde entonces.

También en la Liga Adelante, aunque de forma más testimonial ha estado el portero Miguel Torres, que fue el tercer guardameta del Cartagena, pero no llegó a debutar. Aunque no disfrutó de minutos, la experiencia le sirvió para curtirse como futbolista: «La temporada no marchó muy bien por culpa de una lesión que tuve en el hombro en la cuarta jornada, tras la que pasé seis meses de baja. Mientras no hubo problemas físicos fui convocado en tres ocasiones con el primer equipo. Entrenaba diariamente con ellos y jugaba con el filial de Tercera División», declaró Torres, que no sabe si seguirá ligado a los cartageneros.

Tampoco llegó a estrenarse en Segunda el delantero Samu Tomillero, pero con solo 17 años fue convocado con el Elche para la disputa de dos encuentros: Alcorcón y Villarreal B. El canterano del Portmany se fue al Sant Jordi de la Liga Nacional juvenil y de ahí lo requirió el Torrellano de División Honor (club que es filial del Elche). Luego fue requerido por el equipo de Segunda. Todo en la pasada temporada. Ahora tiene ofertas del Hércules y del Almería de la División de Honor juvenil.

Segunda B

En Segunda B actuaron el centrocampista Jonathan Newman (en las filas del Sporting Mahonés en el grupo III), el portero Efrén Fernández (en el grupo IV con el Estepona), el extremo Aitor Ramírez (en el III con el Dénia, cedido por el Sabadell) y el defensa Enric Tarrés (en el III con el Sant Andreu). Este último seguirá ligado en la disciplina de los catalanes, donde llegó procedente del Espanyol B.

Fernández, después de disputar 17 partidos con su anterior equipo, tiene ofertas para continuar en la categoría de bronce del fútbol español, pero dejará el Estepona. «Quiero consolidarme en en Segunda B e intentar subir a Segunda», dijo.

Ramírez, que tiene 20 años, es deseado por el Europa de Tercera y opta a seguir en el Dénia, pero aún no ha decidido dónde jugará el curso que viene. Newman, que tiene 21 años, se ha comprometido con la Peña Deportiva y actuará en Tercera División.

Por último, el que quiere volver a jugar al fútbol después de una temporada en blanco, es el portero Jordi Bonet. Su mala experiencia en el Benidorm de Segunda B, tras varios meses sin cobrar y una mala relación con el presidente, le hizo tomarse un respiro.

Diario de Ibiza