Alineaciones:

Murcia: Euge, Tamara, Yessi, China, María Soto – quinteto inicial- You, Grazzy, Melani, Jesica y Jane.

Galicia: Maite, Espi, Raquel, Anita, Marta – quinteto inicial- Chus, Heba, Ledi, Sheila y House.

Goles: 1-0, min. 11: María Soto; 2-0, min.16: Yessi; 3-0, min.21: China; 3-1, min.39, Marta: 3-2, min.39, Marta;

La selección femenina gallega de fútbol playa se quedó a un paso de ganar la final del Campeonato de Selecciones Autonómicas que se está jugando en Roses (Girona). Pese a perder 3-0 a falta de un minuto, dos goles de Marta estuvieron a punto de consumar un milagro.

Mientras, la masculina goleó 7-1 a Baleares y consiguió el bronce.

A título personal, dos gallegos también brillaron: Jorge Fernández fue el máximo goleador del torneo con 11 goles y el árbitro internacional coruñés Rubén Eiriz dirigió con sobresaliente ascenso la final masculina, entre Andalucía y Murcia, c.n victoria para los primeros

Era muy difícil que unas jugadoras que nunca habían actuado en la arena hubiesen ganado el torneo. Si a eso le sumamos la plaga de lesiones que persiguió a las nuestras desde que Heba abrió la enfermería en los primeros minutos del partido inaugural, la misión pasaría a llamarse milagro. La heroica selección femenina acabó uniendo a su uniforme azul banco una venda permanente en pies, tobillos y rodillas.

Pese a todos estos condicionantes, Galicia dominó en el primer tiempo, donde gozó de hasta tres buenas ocasiones, entre ellas un tiro al larguero de Ledi. Sin embargo, un gol en las postrimerías de Murcia añadió al dolor físico el dolor psicológico. La Irmandiña se vino abajo en el segundo tiempo. Las levantinas aumentaron su renta y parecían sentenciar el partido.

Anunciaba el cronómetro el último minuto, cuando Marta marcó el que semejaba ser el gol del honor. No suponían aún las murcianas que Galicia no estaba rendida y que aún les iba a poner el corazón en un puño. A falta de 20 segundos, Marta repitió tanto. Y a falta de seis, un tiro libre pudo consumar un imposible. La prórroga, en la que Murcia debía actuar con una jugadora menos, estaba a escasos diez metros. Sin embargo, el balón se fue rozando el larguero. El milagro se quedó a medias, pero el orgullo por lo realizado quedó más alto que nunca.

Futbolcoruna.com

Fotos O. Riera