El entrenador catalán advierte que el Sporting «dará que hablar», no quiere plantarse en la permanencia y habla.
Un catálogo de sonrisas le delata. Se siente feliz en Menorca, al volante del nuevo proyecto del Sporting Mahonés. Dice que la Isla le recuerda mucho a Eivissa y habla de una temporada excitante. Luis Elcacho Roda (Lleida, 1964) afronta el reto de regresar a Segunda B con ilusión y trabajo, pero con la obligación de meter al club en otra dimensión. Así se lo ha pedido Paco Segarra. De momento, él también se niega a hablar sólo de permanencia.
-Lleva más de 20 sesiones de trabajo y un par de partidos amistosos. ¿Suficiente para ver hacia dónde va este Sporting?
-Las primeras impresiones han sido muy positivas, desde la actitud y la predisposición de los jugadores en los entrenamientos, hasta las ganas de hacer grupo. Lo primero que un entrenador se mete en la cabeza es tener un vestuario unido y aquí ha costado muy poco hacer piña, algo en lo que han colaborado mucho los que ya estaban aquí la pasada temporada. Pero todavía es pronto, estamos en un período de adaptación.
-¿Ha podido sacar alguna conclusión de los encuentros de preparación?
-El objetivo es, básicamente, tener orden defensivo y la posesión de la pelota y eso lo hemos conseguido. Hemos hecho poco trabajo ofensivo, pero estoy contento; espero que poco a poco vayamos cogiendo el mejor tono posible.
-Imagino que la problemática de no poder enfrentarse a equipos de la Península durante la pretemporada ya se la encontró en Eivissa. ¿Hasta qué punto condiciona el trabajo?
-Es un hándicap que ya conocíamos, hay que adaptarse. Debo dar las gracias a los clubes de Menorca porque se están brindando a jugar contra nosotros. Es algo que los entrenadores que trabajamos en una isla ya sabemos. No será una excusa para no llegar bien el día 21 de agosto.
-¿Qué modelo de equipo quiere Luis Elcacho?
-Con esta madera que tenemos creo que podemos hacer un barco fuerte, que no haga aguas. Defensivamente tenemos un bloque muy fuerte y para nosotros eso es básico. Y luego me gustaría darle un buen trato al balón, ser pacientes, tener el control de la pelota, no arriesgar. Tenemos intensidad y verticalidad y espero que también tengamos remate.
-¿La plantilla está cerrada?
-Ahora tenemos 19 jugadores firmados y a Joan Barber, que nos está causando una gran impresión. Compite, es de aquí y lo miramos con buenos ojos. Es factible que forme parte de la primera plantilla. La RFEF nos permite tener 22 futbolistas por lo que no podemos cerrar el mercado porque la plantilla sería corta.
-Dice el presidente que hacer una gran temporada es vital para la supervivencia del club, que no pueden seguir hablando de permanencia. ¿Qué le parece el mensaje?
-Lo comparto, por supuesto. Todos los entrenadores de la categoría firmaríamos por hacer una campaña en la que lucháramos por entrar entre los cuatro primeros e intentar subir. Y es que todos los clubes económicamente están muy mal y todos se suben al carro ganador. El perdedor pocas ayudas recibe. Hay que empezar el proyecto pensando que lo haremos bien, que daremos que hablar, luego la competición ya nos pondrá en nuestro sitio.
-Hay menos dinero en la Segunda B. ¿Eso implicará más igualdad?
-Yo creo que sí. Pero también es cierto que los jugadores, al haber menos dinero, han bajado sus pretensiones. Eso no quiere decir que los clubes hayan ido a buscar a futbolistas que no querían, sino que han negociado con algunos con los que de entrada ya sabías que te iban a decir que no y luego acaban fichando. Aquí tenemos el caso de Biel Medina.
-Parece que el Atlético Baleares es la excepción. ¿Es el gran favorito al ascenso?
-La única realidad es que todos empezamos con 0 puntos y está por ver el que ha sido capaz de hacer una plantilla equilibrada. No creo que haya un equipo que vaya a destacar. Será una temporada larga, dura, ilusionante y para vivirla.
-Imagino que el hecho de que salgan a competir cuatro equipos de Balears es un acicate para la categoría…
-Es bueno. Para el fútbol balear, para los aficionados, los medios de comunicación… Este tipo de encuentros hacen fútbol y enganchan a la gente.
-¿Matías Borsot será su ayudante?
-Yo espero que no. El trabajo de Borsot es muy complicado; controlar todo el mercado de futbolistas es básico y fundamental, muy difícil y exigente como para, además, estar poniendo y quitando conos en un entrenamiento (risas). Ya lo haremos entre Gerard, Marc y yo. La figura del segundo entrenador está bien cubierta con Gerard Garcés. Todavía no he hablado de este tema con Matías Borsot, pero yo creo que es bueno que cada uno tenga su trabajo y no mezclar.
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