Fundó y dirige los equipos del Colegio Santa Mónica de Palma de Mallorca y no hay domingo que no vea fútbol en directo y por la “tele”, “aunque no pago por esto”.
Sor Serafina Vilanova, natural de Campanet (Palma de Mallorca), no tiene duda: el fútbol ocupa uno de los espacios vitales de su vida, que, naturalmente, también conoce otros. Sor Serafina, monja agustina de las Hermanas del Amparo, es presidenta de los clubes de fútbol de la Fundación del Colegio Santa Mónica, Fundación que tuvo su origen en ella en el Colegio del que es directora. Es una de sus muchas responsabilidades adquirida voluntariamente hace ya unos años. Empezó con el baloncesto, siguió con el fútbol masculino y la próxima temporada tendrán uno femenino. En el Colegio concertado Santa Mónica reciben clase dos mil alumnos.
En el mundo del fútbol en el que tienen cabida los más distintos individuos, casos como el de Sor Serafina son insólitos. El fútbol, que se practicó desde siempre intensamente en seminarios masculinos de los que salieron infinidad de jugadores, no encontró lugar entre las religiosas, a las que no se veía ni toleraba en tal faceta, de tal modo que el caso de Sor Serafina Vilanova es una excepción.
Una reproducción de la Copa del Mundo 2010 y otra de la Eurocopa 2008, “gracias a Toni Borrás”, señala, presiden la mesa de un despacho sobrio en el que se respiran sosiego, religiosidad, docencia y fútbol. Fuera, el ruido de niños y niñas.
Alumna de un colegio de las Hermanas Agustinas del Amparo en Campanet, Serafina Vilanova sintió pronto la llamada del Señor. “Lo sentí desde pequeña. Iba al Colegio, me gustaba lo que se hacía en él. Es difícil de explicar…
Una llamada”. A los 17 años, Sor Serafina viajó de Campanet a Palma para ingresar en el Convento de la Orden. “Tuve dudas al principio y las tuve después, porque no es lo mismo estar dentro que fuera, pero pienso que no me equivoqué al tomar la decisión que tomé. He sido y soy feliz aquí”.
Miembro de una familia profundamente católica, con uno de sus tíos hermano de La Salle y una de sus tías hermana del Culto Eucarístico, Serafina Vilanova no tardó mucho en convencer a sus padres sobre su vocación. “Mi padre era muy pacífico y me ayudó el cura del pueblo, Miguel Femenía, que era el confesor de mi madre”. Ya por entonces, Serafina era una fiel seguidora del equipo de fútbol de Campanet. “No me perdía un partido de los que jugaba”, recuerda con cierta nostalgia. “Me entusiasmaban todos los deportes”, añade sin titubear.
Esa pasión lo era en toda la extensión de la palabra. De tal modo que siendo ya Sor Serafina y responsable del primer equipo, de baloncesto, de la Fundación del Colegio Santa Mónica, un día de partido la entrenadora de las chicas le advirtió que dejara de dirigirse al árbitro. “Te va a echar y te va a poner 10.000 pesetas de multa”, le advirtió. Sor Serafina no se cortó. Estaba harta de “tantas personales” sancionadas. “Yo no sé lo que le dije. Solo que las pagaría con gusto por llamarle tonto”.
Desde la “escoleta” hasta Segunda Regional
El Colegio Santa Mónica se ha ganado un merecido respeto en los ámbitos futbolísticos de Palma de Mallorca. Miguel Bestard, presidente de la Territorial, como Borrás, presentes en la entrevista, alaba la tarea de Sor Serafina.
La próxima Asamblea del fútbol de las Islas Baleares se celebrará en un Auditorio que cederá el Colegio. Uno de sus equipos ha ganado esta temporada el Premio “Juego Limpio”, lo que podría parecer, aunque no lo es, una obviedad, dado el carácter religioso del centro. Pero, ¿tiene algo que ver eso con el buen comportamiento de sus jugadores? Sor Serafina inculca, defiende y promueve esos valores, pero lo hace hasta ciertos escalones, los de delegados de los equipos y sus entrenadores, manteniendo distancia con los jugadores, “pues son aquellos los que deben exigírselos a los que juegan, quienes deben tener las cosas claras”. Sor Serafina, una mujer de frases cortas y muy determinadas, sabe que el fin no justifica los medios.
Si el fútbol no emocionara a esta monja agustina desde hace más de medio siglo, ahora tiene 70 años, habría sido imposible el trabajo que ha hecho y del que, aunque no lo confiese, da la sensación de que se siente muy orgullosa. “A mí lo que me gusta es tener iniciativas, hacer cosas…y soñar”.
Le pregunto con qué sueña en estos momentos y contesta sin pensárselo dos veces.
“Sueño con tener buenos equipos, con ganar, con premios como el del “Juego Limpio”, con hacer bien las cosas, que no digan que somos marrulleros…”
A Sor Serafina, acostumbrada a aquilatar el gasto, a no derrochar un euro, a medirlo todo con sumo cuidado y con gran precisión, el fútbol super profesionalizado no es para ella el mejor de los espacios en el que mirarse. “A veces he tenido la tentación de no volver a ver fútbol. El gasto que hacen en un mundo con tantas necesidades y en el que hay gente que se muere de hambre no es justo”. “En fútbol sobran mirones, muchos mirones. Y los futbolistas jugarían mejor si no tuvieran tan seguro lo que tienen”. Doy por hecho que se refiere a los salarios de los de primer nivel.
Sor Serafina es seguidora del Real Mallorca, del Real Madrid y, naturalmente, de la selección española. Le gusta su estilo y afirma que “es el que mejor va a las características de nuestros jugadores. “Es una manera ideal de jugar al fútbol. Con vida, con alegría. Nunca me aburro cuando veo a la selección”. Y es una fan declarada de Vicente del Bosque, el seleccionador nacional, del que dice que “ése si es un hombre, un hombre”. “Un hombre serio, trabajador, tranquilo, que no busca protagonismo”.
Cada fin de semana, esta agustina reposada y aparentemente tranquila, de mirada franca y firme y de sonrisa leve, ve tres o cuatro de los partidos que juegan los equipos del Santa Mónica y el domingo, otro por la “tele”. “Pero no compro”, advierte como si eso no fuese con su modo de entender este deporte y su comunicación. No entiende ni acepta “la violencia, que es algo que no debe practicar ningún deportista”, afirma. Lectora de prensa deportiva más que oyente de radio, combina en el Colegio la práctica del deporte con la docencia.
“El fútbol es una de las mejores maneras de educar a los niños, porque enseña a mejorar, a luchar, a sacrificarse, que es algo que no se enseña a la gente, que, después, se derrumba ante cualquier problema. Hemos de aprender a encajar las injusticias”.
Y eso, y más, es lo que trata de enseñar a los dos millares de alumnos que pasan por su Colegio de Santa Mónica, dirigido con mano suave y personalidad firme.
“El día que ganamos el Mundial me desmayé. No sé si fue la emoción, el calor o que no había comido nada”, confiesa la agustina de las Hermanas del Amparo.
“Si hay que sufrir (los madridistas), sufrimos” Sor Serafina se declara incondicional del Real Madrid, “de siempre”, aunque reparte sus amores entre los blancos y los bermellones del Real Mallorca, distinguiendo perfectamente en caso de necesidad. “Cuando se enfrentan prefiero que gane el que esté más precise los puntos”.
Madridista confesa, pues, la agustina vive momentos de incertidumbre a la zaga del F.C. Barcelona los suyos. Encara estos momentos, sin embargo, con estoicismo, convencida de que vendrán tiempos mejores. “Hay que estar con los tuyos a las duras y a las maduras. Si hay que sufrir, sufrimos”, advierte categórica. “Casillas, buena persona y honrado”
Su predilección por el Real Madrid vuelve a tomar una deriva blanca cuando uno pregunta a Sor Serafina cuál es el jugador más valioso para ella entre los nacionales. No vacila ni un segundo al dar su respuesta: “Casillas, que me parece, además de un buen portero, una persona honrada”.
Uno de los equipos del colegio Santa Mónica de Palma de Mallorca ganó el trofeo “Fair Play” a nivel territorial. Sor Serafina muestra una página de un diario de Palma en la que aparece ese equipo.
“La selección juega de un modo ideal. Con vida. Con alegría”, afirma, aunque advierte que ante la súper profesionalización del fútbol, “a veces me han dado ganas de no volver a verlo” “Tenemos futbolistas muy buenos que no sabemos apreciar”
Sor Serafina cree que el futuro del fútbol español a nivel de selección está asegurado por los que están y por los que están llamados a sustituirles. Confía en la selección de cara a la Euro 2012 y lo hace basada en fundamentos puramente analíticos, aunque precisa que “tenemos futbolistas muy buenos que no sabemos apreciar”. “La noche del Mundial sí que pedí por nosotros”
Sor Serafina no se olvida del fútbol en sus plegarias, aunque, confiesa, jamás pide la victoria para los suyos. “Dios nos ha dado libertad y respeto y yo no le pido que nos impongamos a otros, sino que nos dé fuerza para seguir luchando”. La noche que España se jugaba el título mundial en el Soccer City de Johannesburgo, hace de esto ahora un año (11 de julio de 2010), Sor Serafina admite, no obstante que «esa anoche sí que pedí por nosotros»
Revista RFEF
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