El CE Ferreries puso a prueba su capacidad de resistencia ante un rival que demostró su mayor categoría, con más posesión y calidad en sus acciones.
Dos estilos diferentes. Dos categorías diferentes. Lógico el mayor potencial del Sporting, que mostró mayor toque, mayor colocación, maneras de Segunda División B, y lógico el sistema defensivo local, la intención de jugar a la contra y el hecho de que Joaquín Andújar debe conjuntar sus piezas.
Pero no dio mala imagen el Ferre. Sus credenciales esta temporada no van a engañar: será aguerrido, duro, bregador. Luchará hasta el último minuto. El resultado de ayer es lo de menos. El 0-2 no empaña nada del trabajo.
¿Y el Sporting? No es comparable. Pero parece que tiene un plan de juego, que buscará tener posesión pero que no escatimará tampoco lucha.
A parte de la idea de lo que pueden ofrecer los dos conjuntos en sus respectivas categorías, el choque fue un partido habitual de pretemporada, en el que los entrenadores continuaron haciendo pruebas de cara al inicio de liga. Eso sí, el encuentro fue un monólogo del Sporting, que se adelantó al cuarto de hora por mediación de Alcover con un disparo desde la frontal del área y sentenció en el 38 gracias a Arkaitz. A pesar de los goles, los blanquiazules continuaron atacando y el guión no varió tras la reanudación pese al carrusel de cambios. En el minuto 63, Soldevilla reclamó un gol fantasma y en el 70 se produjo la única acción de peligro en un disparo cruzado de Omar.
Diario de Menorca
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