El director deportivo de la entidad de Bintaufa, disecciona al equipo de Luis Elcacho y habla de «intentar llegar a la parte alta» como gran objetivo.

Ha redactado el Sporting Mahonés un discurso ambicioso desde el inicio, sin disimulo alguno. Dijo Segarra semanas atrás que hacer una buena temporada es perentorio para la supervivencia del club y poco después Elcacho subrayó esa frase. Y ahora Matías Borsot, el director deportivo, luego de haber digerido los primeros partidos de pretemporada, habla de «intentar llegar a la parte alta». Todo regado con la prudencia a la que obliga una economía más bien enclenque. Sólo el Atlético Baleares se ha saltado el guión y por eso el ejecutivo catalán lo considera la verdadera referencia. «Pero el resto está muy igualado», advierte Borsot, que analiza al detalle a su equipo.

La pretemporada suele ser un problema de gran tamaño para el Sporting, castigado por habitar en una isla. El grupo de Luis Elcacho apenas ha podido medirse en los últimos años a rivales de entidad y este verano no va a ser distinto: «Este año todavía hemos podido disputar menos partidos», lamenta Matías Borsot. «Veremos cómo va, pero llegamos con menos rodaje. La pretemporada no va a acabar de reflejar el potencial que realmente tenemos, así que tendremos que esperar al comienzo del campeonato».

Los resultados logrados hasta ahora -triunfos ante Menorca juvenil y Ferreries y derrota ante el Alaior- son poco orientativos para la dirección deportiva del club, que le otorga una importancia relativa a los amistosos disputados ante equipos de categoría inferior: «Este tipo de encuentros tienen el valor que tienen, porque si hubiéramos ganado a un gran rival tampoco nos hubiera dicho nada. De todas formas, derrotas como las de ayer -por el miércoles- ante el Alaior igual afectan psicológicamente a los jugadores para que no se relajen, para que vean la dificultad que entraña ganar a cualquier rival», dice Borsot.

El Illa de Menorca iba a ser el último test del Sporting Mahonés antes de abrir el curso en Gandía el próximo día 21 y Borsot anunciaba por la mañana que el equipo azulado «jugará la final si es el miércoles». Pero por la tarde, tras una reunión con el resto de clubes y la Junta Insular, la final se suspendió. Así que un amistoso menos.

La plantilla difícilmente engordará en los próximos días «porque estamos mirando la economía con mucho cuidado. Salvo sorpresas estos serán los veinte jugadores que inicien la liga». El director deportivo explica que el equipo «se está construyendo», pero pone el acento en «la falta de definición que tenemos en ataque. Hay jugadores jóvenes en los que confiamos y hemos hecho algunas apuestas que veremos cómo funcionan. Todos están trabajando bien y los recién llegados se han integrado con facilidad. Confiamos en que den lo esperado y ofrezcan una buena respuesta cuando empiece la liga».

El Atlético Baleares se ha convertido en el gran icono del grupo III y Borsot desliza que «a priori tiene una gran plantilla». Antoñito, Jesús Perera, David Sánchez… tipos con pasado en Primera: «Veremos su funcionamiento». ¿Y el resto? «El Manacor tiene un bloque conjuntado y ha fichado sólo jugadores de la Isla. El Mallorca B va a tener un equipo más joven todavía y un filial siempre es una incógnita».

El objetivo que persigue el Sporting Mahonés lo marcó el presidente hace semanas y no es otro que moverse entre la aristocracia de la liga. Al menos, intentarlo. También lo tiene claro Borsot, a pesar de que es algo más comedido: «El Sporting, al igual que el resto de equipos, tiene como objetivo principal mantener la categoría. Pero sí que es cierto que este año, por los problemas económicos que tenemos todos, la Segunda B es mucho más igualada. Así que si trabajamos bien y tenemos algo de suerte podemos hacer algo más». El director deportivo considera esencial «empezar bien» el campeonato y argumenta que «si tenemos todos esos factores no descarto que estemos en la parte alta». Una empresa de una gran envergadura para el Sporting.

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