Los jóvenes futbolistas ibicencos están recuperando poco a poco protagonismo en los equipos de Tercera División y uno de los más destacados en este principio de temporada está siendo Pepe Bernal, que está resaltando en la Peña Deportiva en su primer año como jugador aficionado (la Liga pasada jugó con el Sant Jordi juvenil en la Liga Nacional).

En el primer partido de Liga, en campo del Son Ferrer, no jugó, pero en el segundo, ante el Ferriolense, ya despuntó al conseguir el gol de la victoria en el minuto 72, cuatro minutos después de haber sustituido a Osky. A continuación llegó el derbi y Bernal, que tiene 18 años, entró por Joseto en el minuto 53, realizando un buen partido.

Se había ganado la titularidad y su entrenador, Paco Onrubia, así lo entendió y el pasado domingo salió en el once titular contra el Alaior y fue uno de los mejores jugadores de su equipo.

Pepe Bernal está feliz y contento y espera que las cosas sigan así, aunque reconoce que ser titular en la Peña no es nada fácil: «Estoy muy satisfecho, pero reconozco que no será fácil seguir en el equipo titular. Aquí hay mucha competencia por la calidad de la plantilla, pero trabajaré para que el míster siga confiando en mí».

Precisamente sobre el entrenador dijo que le estaba dando mucha confianza a él y también a sus compañeros que han llegado este año al equipo: «Siempre nos dice lo mismo, que cuenta con nosotros para jugar, no para figurar, por lo que le estamos muy agradecidos. Pienso sinceramente que está contando con los futbolistas jóvenes . Todos estamos entrando en las convocatorias».

El compañerismo que hay en el vestuario también es, en opinión de Bernal, determinante. «Los que tienen más experiencia nos ayudan mucho. Hay muy buen ambiente y hay que agradecerlo. Somos un buen equipo deportivo y también humano».

El juego del equipo, sin embargo, no está siendo vistoso, pero Bernal apuesta por este conjunto: «Hay más equipo de lo que la gente se cree. Tenemos plantilla de sobra para estar al final del campeonato entre los cuatro primeros y luchar por el ascenso a Segunda B. ¿Qué nos ocurre? Pues que nos contagiamos de nuestros rivales y nos ponemos nerviosos, pero lo solventaremos cuanto antes».

El crítico más duro de Bernal es su propio padre y reconoce que siempre le aconseja lo mismo: «Me dice que no me lo crea y que siga entrenando con ganas y con humildad y es lo que intento hacer todos los días».

Bernal es vergonzoso y tímido, pero solo fuera del campo. Cuando está dentro del terreno de juego tiene personalidad a raudales y un gran sueño: jugar en Primera División.

Diario de Ibiza