A la sombra de los teóricos favoritos -Norteño, Penya Ciutadella, Atlético Villacarlos, UD Mahón y CD Menorca- se sitúan una ristra de equipos cuyo rendimiento es siempre, a priori, una incógnita aunque el hecho de no tener presión les convierte en los tapados de la competición, aquellos que en un principio no están en ninguna quiniela pero que con el paso de las jornadas presentan su candidatura a luchar por el primer título de la temporada.

Es el caso del CD Migjorn, flamante finalista en las dos últimas ediciones aunque la suerte le fue esquiva en ambas, que a pesar de ello no se fija como meta llegar de nuevo a la final sino trabajar bien y afrontar cada partido en las mejores condiciones. Para ello el conjunto verdiblanco ha confiado en Tolo Petrus como sucesor de José Triay y ha logrado mantener el bloque que tan buenos resultados le dio la pasada campaña, todo ello reforzado con jugadores jóvenes que aportarán esa mezcla de juventud y veteranía tan importante para el grupo.

En una tesitura similar se encuentra el CCE Sant Lluís, que esta temporada dirigirá Fonso Rico en sustitución de Ramón Melià. El joven preparador cuenta con un buen puñado de jugadores del pasado ejercicio y la llegada de nuevos jugadores que darán aires renovados a la entidad de Ses Canaletes.

Una de las novedades para esta campaña es el regreso a la competición del segundo equipo del CE Alaior, un bloque joven -la media de edad no supera los 20 años-, que se nutre de juveniles, jóvenes promesas y los jugadores que no entren en los planes de David Moreno para el primer equipo. Formarlos y prepararlos para dar el salto al primer equipo será la tarea a desempeñar por Ramón Melià.

Algo parecido sucede en Sant Bartomeu, donde Santi Medina cuenta con un grupo de jóvenes jugadores cuya inexperiencia deberá ser contrarrestada con trabajo, lo que debe dar sus frutos con el ascenso al primer equipo en caso de despuntar o que Joaquín Andújar tenga que echar mano del filial ante sanciones o lesiones.

Por último el UE Sami, una formación que también destaca por su juventud e inexperiencia pero que tratará de hacer las cosas bien y dejar un buen sabor de boca a final de temporada. Damià Bosch es el elegido para encauzar la nave verdiblanca y devolver el equipo al puesto que se merece, eso sí, con permiso de los rivales.

En definitiva cinco escuadras en las que la bisoñez de sus integrantes es la nota predominante aunque al mismo tiempo el desparpajo y las ganas de hacer las cosas bien les pueden otorgar un plus y quien sabe, si ponerles en disposición de ser la sorpresa agradable de la competición y luchar por el primer título, la Copa.

Diario de Menorca