En el día después del paso adelante dado por los socios y la renovación de la confianza en Segarra, las preguntas sobre el futuro continúan en el aire.
El Sporting Mahonés no dudó en mostrarse tal como es en la Asamblea del miércoles. Los socios dieron un paso adelante en temas sensibles y, si bien es cierto que lo más candente parece encarado a corto plazo con la derrama aprobada y el resto de medidas económicas, también lo es que la incertidumbre se aplaza dos meses en el mismo aspecto económico o en la plaza de Segunda B, con el “proyecto global” del Menorca Club.
1- Paco Segarra, reforzado
Paco Segarra salió reforzado ante la masa social, que valora el esfuerzo económico realizado desde su entrada en el 2008 con su aportación global de 1.128.762 euros. De los cuatro puntos de la Asamblea, tres fueron aprobados sin oposición y el más polémico, el cuarto, con la propuesta de la venta de la plaza de 2ª B, también fue aprobada pero con un matiz importante: la plaza ha de quedarse en la isla.
Este matiz, sin embargo, no solo no desagrada a Segarra sino que le da impulso para su idea primigenia de su “proyecto global” para la isla. Junto con ese punto, los socios propusieron y aprobaron una derrama para sumar 40.000 euros en dos meses. Es la otra lectura: Segarra tiene dos meses más para solucionar el tema económico o volver al sufrimiento.
Desde el club se recordó que “si fuéramos 1.500 socios, no tendríamos ningún problema y los jugadores cobrarían normalmente”, indicando expresamente que el problema de fondo del club es su falta de masa social. A final de temporada además, habrá que hacer frente a los gastos federativos que también pueden poner en peligro la continuidad en cualquier categoría. Del mismo modo se acumula el débito a la Seguridad Social por los contratos profesionales.
2- Oxígeno para dos meses
Se efectúa una derrama de 100 euros por cada socio, en dos pagos de 50 euros (noviembre y diciembre), con el objetivo de recaudar entre 35.000 y 40.000 euros, para destinarlos de forma integra a las nóminas de la plantilla.
A parte, hasta final de temporada habrá entrada obligatoria En Bintaufa de 5 euros para pagar los arbitrajes (1.400 euros por partido). Quedan 13 partidos en casa. La otra medida es el cobro de los palcos y asientos que el club suspendió por las obras de Bintaufa que finalmente no se harán.
Sin embargo, quedan en el aire las entradas de capital por subvenciones, en manos todavía de las instituciones. El club no oculta que quedarán lejos de la petición del pasado verano (200.000 por cada organismo). Una vieja reivindicación en Bintaufa es el sentimiento de agravio ante otras instituciones. “Llevamos tres años sin pedir nada extraordinario en comparación a otros”, explicó Segarra.
También queda a la espera encontrar un patrocinador poderoso. Preguntado por un socio en la Asamblea, Segarra indicó que sigue en negociaciones con “una empresa fuerte”, de la que no anunció el nombre, pero que “quiere tener la seguridad de que el club tendrá una regularidad en 2ª B”, extremo que “hay que hablar con la Federación”. El presidente indicó que la semana próxima viajará a Madrid para iniciar consultas de un tema que hace sudar, y mucho, al dirigente, pero que sería su gran baza de conseguirlo.
3- La plaza de 2ª B y el proyecto
Dando por descontado que primero el equipo ha de ganarse la permanencia en el campo y que, a priori, la normativa federativa prohíbe expresamente la venta o cesión de una plaza -aspecto que importa relativamente a Segarra, que aseguró que “cada final de temporada vemos operaciones de este tipo”-, el hecho de que seguir con un club en 2ª B implique que “el socio del Sporting sea capaz de renunciar a ver a su equipo en esta categoría en beneficio del proyecto del Menorca Club” es un aspecto que, a pesar de ser aprobado en la Asamblea, levanta ampollas en un sector de la masa social.
Varios socios levantaron su voz afirmando que “vender la plaza significa la muerte del Sporting como club” o “prefiero que esté en Regional y empezar de nuevo con la cantera”. Alguno incluso indicó que “uno de los grandes problemas ha sido la prepotencia con el resto de clubes y la rabia que nos tienen”.
4- El Menorca Club y los demás
Es el gran proyecto de Segarra, de tal manera que aceptó que “es a lo que vine a la isla. Con el Sporting solamente no seguiría”. El dirigente insiste que “un club como está ahora, en 2ª B, es totalmente inviable”, en una apreciación certera y más en tiempos de crisis.
Pero puede surgir un problema entorno a este proyecto. ¿Cuál es el papel de los otros clubes menorquines y cómo se implementa?. Segarra parece tenerlo claro. “Sinceramente creo que los clubes de la isla no tienen que estar de acuerdo con esto. Hemos de pasar por encima de los clubes, pero eso implica también pasar por encima del Sporting. Hemos visto que renunciaríamos a la categoría de 2ª B en beneficio del Menorca Club. Es un sacrificio. Los demás deberían hacer lo mismo. Podemos consultarlos, escuchar puntos de vista pero no estaríamos obligados. Diría que vamos a hacerlo porque no perjudica a nadie. Cada uno seguirá siendo socio de su equipo, y por un plus tendrá un equipo en Segunda División B. Mucho he de equivocarme, pero por una cuota razonable, la gente se puede afiliar porque le gusta el fútbol”. Esa es la teoría, pero la práctica puede chocar con el orgullo y la tradición de los clubes locales, la misma crisis, o el campo donde juegue el equipo, Ciutadella o Maó, en principio.
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