El avance electoral no es más que otra consecuencia de lo que está viviendo el club, dan a entender los dirigentes que no han dimitido, Jesús Flórez y Luis Lasala
Tras los últimos acontecimientos acaecidos en el Sporting Mahonés, con la confirmación de las dimisiones de la mitad de los directivos y la presentación de una moción de censura contra la presidencia de Paco Segarra que se congelará cuando se haga oficial la convocatoria de elecciones, queda meridianamente claro que, además de la realidad de quiebra deportiva y económica de la institución, se está cociendo un enfrentamiento entre un sector pro-Segarra resistente en el club y otro anti-Segarra que está protagonizando el día a día de la entidad directa o indirectamente.
Dentro de los directivos que siguen en la Junta, además de José Pons, acérrimo defensor de los postulados de Segarra, y teniendo en consideración la parte más “barcelonesa” de la misma, tres podrían ser considerados “de los menorquines” que quedan: el vicepresidente social Jesús Flórez, el vicepresidente deportivo Miquel Olives y el vocal del fútbol base, Luis Lasala.
Sin dejar de reconocer que el club está mal, sus postulados en todo lo que está ocurriendo podrían ser coincidentes en dos de ellos, mientras que un tercero muestra cierta simpatía por los motivos de la escisión que conducía a la moción de censura y que ha desembocado en el proceso electoral avanzado. En la primera posición se encontrarían Jesús Flórez y Miquel Olives, este último con algún matiz. Flórez insistía en “no opinar” sobre la moción “mientras esté en la Junta. Es dentro de la directiva donde se tiene que trabajar además de opinar, no fuera. Ahora, con las elecciones, la gente podrá escoger”.
Flórez sí reconoce, como no puede ser de otra manera, que “la situación es dramática” y que “la gestión tiene luces y sombras, y como directivos también nosotros somos responsables. Los que se han ido también”. Es por ello que Flórez afirma que “no soy partidario de abandonar el barco”. En el campo de las cosas positivas, indica “el ascenso a 2ª B y la construcción del anexo”, y en las negativas, “la crisis económica, que es global para todos. En Menorca mismo hay instituciones con deudas millonarias”.
Eso sí, defiende que tanto Segarra como la junta que queda “estamos haciendo todo lo posible para solucionar los problemas. Nada se ha hecho a la ligera”. “¿La moción?, son libres de presentarla”.
Quien no estaría tan de acuerdo con los postulados “oficialistas” es Luis Lasala, aunque no se pronunció al ser cuestionado por una posible salida del club. “Es que no me han llamado ni Segarra ni Sintes. Parece que pinto poco, aunque yo quiero trabajar por el fútbol base, que es para lo que llegué desde La Salle”, indica.
Sí se moja en varios aspectos. Por un lado, en que “lo que está viviendo el club es responsabilidad directa de Paco Segarra. La deuda la ha generado él y él es el responsable”, y le asalta una duda: “el día que no esté, ¿quién la asume?”, y entiende que “cuando no esté Segarra el club como lo entendemos hasta ahora se acabará”, un presidente sobre el que entiende que “si no se va no es por algo extraño o por vergüenza. Cogió el club con deuda cero y ahora está como está. Hace unos años tenía dinero y ahora se le secó el pozo. No hay más”.
Sobre el sector que presentó la moción, indica que “surgió para que desaparezca Segarra y ahora el presidente avanza las elecciones y los socios podrán votar lo que quieren. Me parece bien, pero está la deuda”, por la que piensa que “Nando Osuna, que es un tío fantástico, no sé si sabe dónde se ha metido”, en una junta en la que “todos veíamos lo que pasaba con el presidente, pero no controlamos y no decíamos nada”.
Diario de Menorca
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