Extraños en la grada del derbi

´Chiqui´, Yeste, Fernández y Larra posan con banderas y camisetas de Isleño y San Rafael.

Aunque sobre el terreno de juego se desenvuelvan como depredadores, ya sea para marcar goles o para impedirlos, en su interior tienen alma de herbívoros. Ser ausencia confirmada para un derbi provoca que la añoranza del césped sea brutal. En los 110 por 70 metros se puede pasar de la gloria al fracaso en cuestión de segundos y los jugadores que ya saben que el domingo (17 horas) no podrán vestirse de corto en el encuentro entre el Sant Rafel y el Atlético Isleño presenciarán la épica desde la grada.

Los efectivos de Mario Ormaechea que no tendrán otro remedio que sentarse sobre el cemento del municipal rafeler son Carlos Fernández (sigue con sus problemas en el pubis y viaja hoy a Mallorca a hacerse nuevas pruebas), Vicent (lesionado de larga duración) y Carlos Larra (acumulación de tarjetas).

Ánimos a la afición

Los tres darán más potencia a los ánimos de la afición sanantoniense, unos hinchas azules entre los que se infiltrarán los atléticos Carlos Vega (en la última fase de recuperación de su lesión), David Yeste (expulsado la semana pasada contra el Ferriolense) y Juan Manuel García, Chiqui, que recupera el ritmo tras sus problemas físicos.

Como peces fuera del agua, los ausentes coinciden en que vivirán el partido «con muchos nervios». Del «iré a muerte con mis compañeros y les animaré todo lo que pueda» de Fernández al «habrá cachondeo sano si conseguimos ganarles a domicilio» de Yeste. En definitiva, será un derbi alternativo, ya que los ausentes de uno u otro equipo tienen pensado ser vecinos de asiento el domingo.

No en vano, hay lazos de amistad entre una y otra plantilla. «Adrián Ramos es uno de los mejores amigos que tengo en el fútbol. Por eso, si pudiera jugar, me gustaría hacerle un marcaje, algo que ya me tocó en la ida», destaca Chiqui.

Por su parte, un foráneo como el defensa Larra tiene claro que el partido tendrá «sabor especial». «No me importaría quedarme en el banquillo. Tendría la esperanza de poder salir», apunta. Sin embargo, al andaluz le tocará ser un extraño en la grada.

Diario de Ibiza

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