Joaquín Caparrós ya no da margen a error. La permanencia tiene que sellarse cuanto antes y este domingo en Anoeta hay que conseguir un segundo triunfo consecutivo. Los precedentes este curso ante la Real Sociedad indican que el Mallorca ha sido capaz de lo mejor y de lo peor ante los donostiarras. Así, Caparrós se aferra a la imagen de la remontada de Copa para amarrar esta victoria. “Con la Real hemos tenido dos caras; la que no nos gusta y la que sí con la eficacia pero también está el entrenador de la Real. Depende de los futbolistas. Somos conscientes que cada partido es una final; cada uno es el más importante por ser el más inmediato. Lo afrontamos así ante el Villarreal y ahora contra la Real; igual que después el siguiente. Con la igualdad que hay, el equipo que mentalmente no sea fuerte colectivamente, lo tiene difícil”.

El técnico mallorquinista recupera al sancionado Chico y en la enfermería solo están Pau Cendrós y Joao Victor que sufre una lumbalgia. Por eso, necesita que “estén todos al 100% porque será muy exigente e igualado. Ellos en casa tienen cogida la medida al estadio, se encuentran a gusto y es difícil”.

El Mallorca llega de golear al Villarreal por 4-0 mientras que los blanquiazules lo hacen después de encajar un doloroso 4-1 en Los Cármenes. Según Caparrós, este hecho podría ser un arma de doble filo, en contra de los isleños. “Muchas veces es más complicado para un equipo que ha recibido mucho azúcar durante la semana; puede hacer que nos desviemos y perdamos la atención pero al que viene de lo contrario; el futbolista viene deseoso de que llegue el siguiente partido. Hay que saber manejarlo. Tenemos que ir a muerte cada partido. El del domingo será muy difícil; para conseguir resultado positivo tiene que ser un buen partido”, explicaba.

La goleada del domingo “ya es historia” y ahora pide máxima concentración a los suyos; “sin pensar en la clasificación; poniendo los cinco sentidos en el partido de la Real. Será partido fuerte, disputado en el que tenemos que mantener la línea fuera de casa pero con resultado final mejor que nos faltó ante Espanyol y Málaga”.

Preguntado por la progresión de futbolistas como Castro o Víctor, el sevillano comentaba que se trata de un mérito colectivo, sin desmerecer ninguna posición. “Si una línea está segura es porque hay otro tipo de trabajo, es trabajo de asociación al ser once. Si el portero está bien es por el equipo; si los delanteros crean ocasiones es porque el equipo las genera. Es asociación y todos tienen una importancia grande”. Del delantero de Algaida comentaba además que “ha trabajado muy fuerte físicamente y con una gran continuidad en los entrenamientos”.

Sobre el equipo que dirige Philippe Montanier, Caparrós advierte de la capacidad de los jóvenes futbolistas y más en su recinto. “La Real es un equipo que cada partido que juega en casa está a gusto, la afición está muy con sus futbolistas y técnico; hay chicos jóvenes que van creciendo y en casa hicieron un buen partido contra el Sevilla”.

RCDM