Lo podéis leer hoy en EL MUNDO. Utz Claassen no sólo ha rechazado la oferta de recompra que le había planteado Serra Ferrer, sino que ahora le exige que le indemnice con 590.139 euros o, si lo prefiere, con el 28,8% de sus acciones, y le da de plazo hasta el viernes para que responda. No tendrá que esperar tanto, porque tanto Serra como Cladera, Cerdà y Coca han decidido no hacer nada más y dejar que sean los tribunales los que decidan, si es que Claassen definitivamente presenta una querella por estafa.
Claassen le pide a Serra y Cladera no sólo los 295.069,50 euros que considera que ha pagado de sobreprecio por el 10% que le compró a Alemany en noviembre de 2010, sino otra cantidad idéntica que le pagó a la familia Nadal en diciembre del año pasado, y que considera que también se la debe reintegrar Serra.
Pero sobre todo lo más importante de la carta que ayer martes remitió Claassen a Serra es que hasta en dos ocasiones le dice que “ya ha declarado su interés por vender las acciones y salir como accionista del club”, lo que demuestra que lo que pretende el alemán es convertirse en máximo accionista. De hecho, si Serra aceptara su propuesta y le entregara ese 28,8% de acciones, pasaría a controlar el 48,8% que, unido al 10% de Pedro Terrasa, le otorgaría mayoría absoluta en el Consejo.
Está claro que es un órdago a la grande de Utz Claassen. La respuesta de Serra es invitarle a que acuda a los tribunales y demuestre que efectivamente le han estafado. Lamentablemente, no es que hayan acabado las hostilidades. Es que parece que no han hecho sino comenzar.
Tomeu Maura
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