Pep Lluis Martí ha dado un paso más en su carrera. Contra el FC Barcelona este sábado ha alcanzado los 300 partidos en la máxima categoría del fútbol español a sus casi 37 años (28 de abril de 1975).

Con esta cifra, el centrocampista palmesano se convierte en el jugador de las Islas Baleares con más partidos disputados en Primera División solo por detrás de Miquel Àngel Nadal con 462, Marcos Martín de la Fuente con 402 y Toni Prats con 338.

Pep Lluís Martí retornó a su club de origen en el verano de 2008 después de crecer y formarse como lo que es hoy día, un jugador de gran calidad y que venía con el objetivo de aportar experiencia a un club que es bien conocido por él. El centrocampista mallorquín empezó su carrera deportiva en el filial rojillo e incluso llegó a militar tres años con el primer equipo pero no llegó a consolidarse. Posteriormente, se marchaba al Tenerife y tras conseguir el ascenso a Primera, en 2003 dio el salto de calidad al fichar por el Sevilla. Durante esta etapa fue titular indiscutible para entrenadores como Juande Ramos, Joaquín Caparrós o Manolo Jiménez pero en enero de 2008 concretó su cesión por seis meses a la Real Sociedad.

Martí recordará con especial intensidad las dos últimas campañas en el club hispalense puesto que fue el momento en el que el Sevilla logró algunos de los títulos más importantes de su palmarés. Los rojiblancos se hicieron titulares de la Copa del Rey y la Supercopa de España así como ganaron la Copa de la UEFA en los dos cursos y una Supercopa de Europa; siempre con Martí entre los intocables.

Ocho años después de su salida del RCD Mallorca, Pep Lluís Martí volvía para demostrar todo lo aprendido en los últimos años ya que el mallorquín puede presumir de palmarés después de tantos años de trabajo. Así, Manzano confiaba en él desde los primeros partidos y también servía de ejemplo para muchos de los jugadores jóvenes que integraban la primera plantilla a pesar de que no era uno de los capitanes hasta su segunda temporada en el club rojillo.

Su enorme progresión, trabajo constante, esfuerzo y mucha lucha le han llevado a ser un pilar fundamental tanto con Laudrup como ahora con Joaquín Caparrós y un referente para afición y resto de compañeros.

¡Enhorabuena Pep!

RCDM