J. BAUZÀ/J. VALLÈS PALMA El Real Mallorca acostumbra a regalar entradas a todo tipo de colectivos y empresas en virtud de diversos acuerdos de colaboración. Pero lo que sucedió el domingo en la explanada del Mallorcafé ha generado controversia incluso dentro del club.
Una hora antes de que diera inicio el encuentro ante el Granada se agolparon en el recinto más de un centenar de personas en torno a un ´stand´ instalado por ´Baleares sin Fronteras´, una publicación dirigida a inmigrantes –mayoritariamente sudamericanos– residentes en las islas. Este diario pudo comprobar que los organizadores estaban en posesión de varios fajos de invitaciones que repartieron entre los presentes.
«El club nos da entre treinta y cuarenta entradas para cada partido porque tenemos un convenio comercial. A cambio, les damos dos páginas de publicidad en el periódico», explicó ayer Juan Pablo Blanco, director y fundador de la publicación. Sin embargo, rechazó aclarar por qué estaban en posesión de tantas entradas –este diario pudo comprobar que en una bolsa había una quincena de fajos–. Blanco vio el partido desde el palco de Son Moix, invitado por el club.
Una fuente de toda fiabilidad del club, que prefirió mantener el anonimato, criticó este tipo de actuaciones por suponer un agravio comparativo con los socios y aficionados que pagan su entrada. Y apuntó que detrás de esta iniciativa estaba Jordi Morey, responsable del Área Social del club y del punto Val la Penya. «Yo solo les llevé allí. Pero no sé quién les dio las entradas», aseguró Morey. Cuando fue preguntado por la gran cantidad de invitaciones que se habían repartido, apuntó a otros departamentos del club y dijo desconocer cuántas invitaciones tenía la gente de Baleares sin Fronteras. «Que yo sepa se les dan treinta invitaciones por un acuerdo comercial. Pero no estoy seguro porque esos temas no los llevo yo», indicó. Este diario pudo confirmar que ni la Fundació ni el departamento de Márketing tuvieron nada que ver con esta iniciativa.
A pocos metros de donde estaba el ´stand´ de la publicación, decenas de aficionados hacían cola en las taquillas de Son Moix para comprar su entrada.
El hecho de que el Mallorca regale invitaciones es conocido, pero siempre ha levantado ampollas entre los aficionados que pagan sus carnets y entradas. Pero al club le compensa porque así puede cumplir con algunos compromisos y de paso infla el número de asistentes que acuden al estadio.
Este tipo de iniciativas encuentran detractores dentro del propio club. Y a algunos no les gustó nada ver a una multitud de personas agolpadas en torno al ´stand´ de ´Baleares sin Fronteras´ para recibir su invitación.
Diario de Mallorca
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