Más de un nubarrón se cierne sobre algunas entidades futbolísticas insulares. Cuando Vicente Bufí tome oficialmente el relevo de Pepe Roselló al frente de la Junta Insular de fútbol al final de esta semana, el exdirectivo del Rápid asumirá el cargo de mayor responsabilidad del balompié pitiuso sabedor de que este verano federación y clubes tendrán mucho trabajo por hacer. Todavía queda por jugarse el epílogo del curso actual, pero varias son las dudas que asaltan a clubes como Atlético Isleño y Portmany de cara a la próxima campaña.

Los sanantonienses tienen a su primer equipo juvenil luchando por una permanencia que parece escurrírsele entre los dedos. A falta de tres jornadas por disputarse, el Portmany está a cinco puntos de la zona de salvación en la Liga Nacional juvenil. Sin embargo, aunque el equipo que entrena Vicente Costa, Maymó, lograse la machada de recuperar la desventaja con el Manacor en el tramo final podría verse abocado al nivel autonómico.

La existencia de la división estatal pende de un hilo por culpa de los problemas económicos. La Federación Balear de Fútbol vincula la existencia de la categoría la próxima temporada a que el Govern siga pagando los desplazamientos interislas de las escuadras del archipiélago.

Enorme varapalo

La supresión de la Liga Nacional juvenil sería un enorme varapalo para los sanantonienses si consiguieran salvarse tras un complicado curso en el que empezaron como una flecha para perder fuelle después a marchas forzadas. Además, el Sant Jordi, en el caso de que no alcance el segundo puesto y suba a División de Honor, y la Peña Deportiva, campeón insular y flamante formación ascendida a la Liga del archipiélago, estarían también entre los damnificados.

Por su parte, el Isleño es otro equipo cercado por los quebraderos de cabeza durante estos días. Por un lado, el equipo de Can Misses tiene que certificar su permanencia en Tercera el próximo fin de semana ante el Platges de Calvià. El partido será a vida o muerte y, aunque los números de la estadística deportiva parecen ser favorables a los atléticos, las cifras económicas que se derivan de jugar en la categoría son un dolor de cabeza para los directivos de Vila. Según puede saber Diario de Ibiza, el club le debe a los jugadores del plantel varias mensualidades.

Además, los rectores del Isleño también tienen deudas contraídas con el cuerpo técnico, área que quedará descabezada este verano con la marcha de Pepe Arabí, el entrenador que les llevó a Tercera y que intentará dejarlos en la misma división. Ante este panorama, las dificultadas monetarias amenazan con marcarle el gol definitivo al Isleño, que ha tenido que afrontar una temporada llena de sobresaltos en su debut en Tercera.

La directiva de la Peña Deportiva también tendrá que cuadrar los números con su primera plantilla, a la que se le debe el sueldo de tres meses. La llegada de Mario Ormaechea a la Villa del Río, adelantada por Es Diari, deberá cambiar la faz del equipo santaeulaliense después de una época de vacas flacas.

Mucho en juego para el Sant Rafel

De todas maneras, Ormaechea todavía tiene mucho en juego en el banquillo del Sant Rafel. Para entrar en play-off, los sanantonienses esperarán a que el Montuïri tropiece en la semana final del campeonato y no fallar en el duelo contra el Constancia. En ese caso, los rafelers entrarían en una histórica que podría desembocar en un sorprendente ascenso a Segunda División B. Ese extremo, ilusionante en lo futbolístico, supondría un problema bien grande para los regentes de un club que tendría que encontrar nuevos patrocinadores para enfrentarse a esa aventura.

Y, por último, queda todavía por resolver la duda de quién se llevará el título de Preferente. Formentera y Sant Jordi tienen opciones para ser el equipo que se juegue el ascenso a Tercera. Quedan dos jornadas por disputarse, la última con un duelo entre formenterenses y jordiers. El 21 de mayo se sabrá si el futuro campeón pitiuso juega la primera ronda ante el sexto o el séptimo de la Regional de Mallorca.

 Diario de Ibiza