El club de Can Misses ya no tendrá que esperar a que el descendido Sporting Mahonés decida en qué categoría jugará, ya que los ibicencos, que acabaron la Liga en decimosexto lugar, ocuparán el lugar que deja vacante el equipo mallorquín

GUSTAVO L. SIRVENT | IBIZA Pocas veces un ascenso de un equipo mallorquín será tan celebrado en Eivissa. Ese fue el caso del Constancia, que ayer subió a Segunda División B tras ganar por 2-1 al Villarrobledo y hacer bueno el 0-0 de la ida, lo que permite que el Atlético Isleño (decimosexto en la Liga) asegure su permanencia en Tercera División.

En un principio, el club de Can Misses debía esperar a que el descendido Sporting Mahonés renunciara a su plaza por impagos, ya que en ese caso bajarían cinco equipos a Regional (e implicaría a los ibicencos), pero ahora con el puesto que deja vacante el bloque inquer no hará falta esperar a que decidan los menorquines.

Toni Torres, secretario técnico de la entidad de Vila, señaló que el ascenso del Constancia es una noticia «agradable» por tratarse de un «histórico» de la Tercera balear y se mostró «contento» porque su equipo hizo «méritos» para mantenerse. «El descenso del Manacor y la desaparición del Sporting Mahonés nos dieron incertidumbre. Ahora tenemos una tranquilidad porque está garantizada la permanencia. Nuestra incertidumbre se la pasamos al Ferriolense», argumentó.

El secretario técnico afirmó que esta semana hablará «con la plantilla» para ver con qué jugadores cuenta y con cuáles no. Asimismo, considera «prioritaria» la incorporación del entrenador porque no se quieren quedar «los últimos» en fichar.

Diario de Ibiza