Alineaciones:

Santa Mónica: Roberto Bailén, Isaac Guillem(Ricardo Ferreira min. 65), Luís Bestard(José Julián Fernández min. 76), Albert Díaz, Leandro Flores, Bartomeu Cuenca(Marcos  Jurado min. 65), Adrián Covas, Álberto Infiesta(Iván Martínez min. 76), Sergi Martínez, Álberto Galmés(Adrián Costa min., 60).

Rotlet Molinar: Álvaro Murillo, Manuel Diop, Nicolás Montechiani, Cristian Toledano, Alejandro Coll(David Gavilanes min. 46), Ernesto Martinho, Cheikh Diop, Alejandro Medina, Jonatán Frutos, Frco. Javier Moreno(Gabriel Llompart min. 52), Isai Santiago.

Goles: 1-0 Adrián Covas min 1, 2-0 Adrián Covas min. 11, 2-1 Cheikh Diop min. 15, 3-1 Álberto Infiesta min. 23, 4-1 Álberto Infiesta min. 46, 5-1 Bartolmeu Cuenca min. 58, 6-1 Adrián Covas min. 61, 6-2 Gabriel Llompart min. 83.

Árbitro: Javier Frco. Pino Salas

Tarjetas: amarilla por el Santa Mónica a Roberto Bailén y por el Rotlet Molinar a Cristian Toledano

Comentario:

El hambre muevo al mundo, el hambre de éxito, la necesidad de cumplir un objetivo. Sin perseguir todo o parte de esto, es muy difícil que haya esfuerzo e ilusión. El conjunto del SANTA MONICA ganó el partido merecidamente. Y lo hizo de principio a fin. Una hora y media antes del partido ya estaban equipados con el atuendo de fútbol y salieron al campo, no a calentar -que también- sino a realizar pequeños circuitos de técnica y táctica, todo ello enderezado con INTENSIDAD. El equipo visitante, el ROTLET-MOLINAR, realizó los ejercicios de calentamiento habituales SIN INTENSIDAD.

Empieza el partido, y ¡zas! La diferencia de INTENSIDAD recargada antes de de empezar a rodar el balón, se deja notar. Una vez más, primeros compases del encuentro, galopada por la banda derecha del extremo derecho del SANTA MONICA y desde su segunda línea, totalmente desmarcado mete un zapatazo y golazo por toda la escuadra.

En los 15 primeros minutos el SANTA MONICA era un vendaval. Se escapaban por la banda –sobre todo su derecha-, entraban hasta el fondo de la cocina –desde siempre lugar “sagrado” en la liturgia futbolística- y pase raso atrás donde hace daño, para que los interiores rematasen. El ROTLET-MOLINAR tenía una grieta de agua en su lateral izquierdo y el medio centro no contenía nada. Tras unas modificaciones tácticas, el equipo visitante consiguió marcar un gol a la salida de un córner, lanzó un tiró al larguero y se tuvo que lucir el cancerbero local en unas cuantas jugadas de contra ataque. Volvieron a la carga el equipo local y por el centro -aquí no encontramos el remedio el ROTLET-MOLINAR- llevaban una y otra vez el balón dentro de nuestra la portería.

En el descanso el equipo visitante realizó los dos únicos cambios que podían efectuar, dado que tan sólo se presentaron 13 fichas. Con su entrada, se fortalecieron ambas bandas y menos mal para los intereses Molineros que el Santa Mónica se empeñó en entrar por las bandas, colocando a sus extremos en la línea de cal, por qué cuando lo hacían por el centro entraban con suma facilidad.

Al término del partido, en los vestuarios del Rotlet-Molinar reconocían la derrota como justa y la cual escocía, no por perder, no por perder ante un excelente conjunto como el Santa Mónica, sino porque de los 13 jugadores que saltaron al terreno de juego, 4 ó 5 no lo hicieron acorde a su nivel técnico y participativo de las semanas anteriores, y de esto, sólo de esto (aparte del politiqueo lógico de fin de temporada, del cual los chavales no deberían ser participativos), se resintió el equipo. Desear suerte al conjunto del Santa Mónica en las fases contra los campeones de cada grupo.

Cristóbal Artigues para Fútbol Balear