El Binissalem prepara ya el último asalto que le queda pendiente para lograr el ascenso a la Segunda División B. Atrás quedaron ya las eliminatorias ante el Albacete B y el Manlleu. El cuadro que dirige Tomeu Pons afronta el partido más importante de sus casi 100 años de historia ante un Real Madrid C que vendrá a morir al Miguel Pons.

El conjunto azulón, a pesar de la buena imagen ofrecida en la ciudad deportiva de Valdebebas y la importante renta de 0-2, no quiere ninguna confianza. Así, afronta el choque con la máxima concentración.

En el aspecto deportivo, todo está pendiente de la evolución de la lesión de Toni Salas, que ya se perdió el partido de Madrid. Sin embargo, todo hace indicar que es bastante difícil que consiga estar disponible para el choque del próximo domingo, a las 17 horas. (IB3)

A medida que transcurren los días, crece la expectación en el Raiguer. De este modo, parece asegurado que el Miguel Pons lucirá sus mejores galas con un lleno absoluto. El club que preside Jaume Vallés ha puesto ya a la venta entradas anticipadas a cinco y diez euros. Todo hace indicar que se agotarán poco antes del partido.

El máximo dirigente azulón mantiene su discurso de moderación. «Tenemos una ventaja importante, pero no es definitiva», aseguró Vallés, quien insistió en que el Real Madrid C «querrá resarcirse de la derrota en el partido de ida» y subrayó que hay mucho en juego en la casa blanca.

Un Binissalem que, según palabras del propio presidente, ha hecho una campaña «intachable». «Conseguir el ascenso a Segunda División B sería el premio final a una temporada histórica», recalcó el máximo dirigente azulón.

No es de extrañar que Vallés sólo tenga palabras de elogio y reconocimiento tanto para la plantilla como para el cuerpo técnico. «Si hemos llegado hasta aquí, ha sido gracias a ellos», afirmó con seguridad. El presidente azulón también tuvo palabras de agradecimiento para la afición azulona, «que siempre ha estado al lado del equipo y se ha convertido en el jugador número 12», y especial para los más de 50 aficionados que se desplazaron a Valdebebas para disfrutar el triunfo mallorquín.

Pedro Bonet

Fotos Cristalbox