La Selección se mide al conjunto luso –Mardan Sports Complex I, 20.00 hora española, en busca de un puesto en la gran final del Campeonato de Europa del próximo sábado. El equipo nacional, lanzado tras sus nueve partidos sin perder y cuatro sin encajar un solo tanto; las portuguesas, en penúltima ronda por primera vez en su historia.
“Es el partido por el que llevamos peleando toda nuestra vida”, eran las palabras de Gema Gili, una de las capitanas de la Selección Española, instantes después de acceder a las semifinales como primeras de grupo. Un sentimiento colectivo que se hace extensible al resto de jugadoras y cuerpo técnico. Ocho años más tarde, la categoría Sub-19 recibe con los brazos abiertos a España en las semis del torneo continental. El anterior precedente, en Finlandia 2004, finalizó con el equipo nacional femenino como ganador del torneo. En frente, el equipo de José Paisana, quien en apenas seis meses –cogió al equipo en enero-, ha conducido a su país a la fase final de una Campeonato de Europa por primera vez en su historia.
España, en la previa del partido, se ejercitó por última vez en sesión vespertina. Un entrenamiento intenso, donde todas las jugadoras quisieron demostrar su compromiso mediante una competitividad a prueba de balas. Las porteras, parando; las defensas, cortando; las centrocampistas, realizando circulaciones veloces; y las delanteras, definiendo. Todas ofrecieron un bello espectáculo de alto nivel técnico, táctico y actitudinal en el entreno previo al gran partido. “No nos cansamos de conseguir éxitos”, coinciden varias futbolistas de las presentes en la Antalya. Y es que las jugadoras de Selección Española acumulan una veintena de títulos a nivel de selecciones entre todas con apenas diecinueve años en los casos más longevos.
El camino hasta las semifinales ha sido, está siendo, bonito, difícil, de ensueño. Todo comenzó en septiembre, primera fase, a diez meses vista. La sede, Bosnia.Herzegovina, rival junto a Moldavia y Suiza. Tres de tres y gran partido para el recuerdo ante la selección helvética (3-0), donde España alcanzó un nivel muy alto de juego como lanzadera hacia la Ronda Élite. En ella, tú a tú a orillas del Mar Negro con Rusia, Italia y Escocia. Curiosamente, fueron estas (3-2) las encargadas de marcar los últimos goles que España ha encajado hasta la fecha. A partir de ahí, duro sorteo de fase final que encuadró a la Selección en el Grupo más duro (B) del Europeo Sub-19 frente a Serbia, Inglaterra y Suecia. El cuadro dirigido por Ángel Vilda venció con contundencia a una de las grandes, Inglaterra (4-0), ganadora del torneo en 2009, y finalista en las ediciones de 2007 y 2010. Previamente, arrancó con victoria frente a Serbia (3-0) en un encuentro más complicado de lo que terminó reflejando el marcador. En el último enfrentamiento del grupo, empate (0-0) con la potente selección sueca, firme candidata al título, subcampeona en 2009 y verdugo de Alemania en la Fase de Clasificación ante todo pronóstico.
Hazañas, fruto del trabajo y constancia, de las horas de entrenamiento, charlas, ejercicio específico. Y, por encima de todo, un lema: Convertir un sueño en realidad. Portugal, que jugará con su segunda equipación blanca por su condición de visitante, ha mostrado vigor, unidad, rapidez y, sobre todo, creencia en sí mismas y en sus posibilidades. Con un centro del campo interesante, se clasificaron con un solo gol a favor y otro en contra para semis, fruto de un penalti. Dificultades en la definición, grupo compacto atrás, la unión hace la fuerza y el trabajo de las jugadoras presentes en el terreno de juego ha dado lugar a este pequeño gran milagro portugués, que quiere extenderse y llegar hasta el día catorce.
Los enfrentamientos directos España-Portugal en fases finales, además, se intensifican en las últimas semanas; primero fue la Selección Absoluta masculina, flamante Campeona de Europa de Selecciones Nacionales, la que doblegó al conjunto portugués en las semifinales de la Euro 2012. Recientemente, en el Campeonato de Europa Sub-19 que se está celebrando en Estonia, el equipo nacional dirigido por Julen Lopetegui empató (3-3) con la selección lusa en un encuentro precioso, abierto, de ida y vuelta que terminó en tablas con el tercer tanto del cuadro portugués ya en tiempo de descuento. Rivales en fútbol, territorios unidos en la misma península bajo raíces históricas comunes, la conexión de un país y otro otorgan un sentimiento especial a un choque entre vecinos que separa a la Sub-19 del objetivo. Ése con el que la Selección sueña desde septiembre, ése que ya se consiguió en 2004 y que marca el camino. Ése a su imagen y semejanza.
RFEF
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