España reconquista el corazón de Puerto Rico (1-2)

Once Inicial

 

Alineaciones:

Puerto Rico: Caudette; Jones, Vázquez, Martínez, Arrieta; Krause (Vélez, 53’), González, Delgado (DÁndrea, 75’), Rivera; Pérez (Strain, 59’) y Ramos.

España: Reina (Casillas, 70’); Juanfran (Arbeloa, 18’) Piqué (Ramos, 46’), Albiol, Monreal (Silva, 57’); Xabi Alonso (Busquets, 46’); Cazorla, Cesc, Iniesta (Llorente, 46’); Navas y Torres.

Goles: 0-1 (42’).- Remate lejano de Cazorla por el centro al que no llega Caudette. 0-2 (44’).- Centro de Navas que empalma Cesc. 1-2 (67’).- Cintron se cuela por el centro, remata, el balón roza en Ramos y despista a Reina.

Árbitro:Santos (Puerto Rico).Amonestó a Arrieta (18’) y al guardameta Caudette (38’) por demorar un saque de puerta.

Estadio: Juan Ramón Loubriel de Bayamón. Casi lleno en tarde extraordinariamente calurosa y húmeda. Unos cientos de españoles en las gradas.

Comentario:

La selección campeona de Europa 2012 inició el curso que le espera y que debe conducirle a la Confederaciones 2013 y a la disputa de las eliminatorias del Mundial 2014 con una clara, sorprendentemente apretada, esperada e inexcusable victoria sobre la modesta selección de Puerto Rico. Nada que se escapara al guión previsto: muchísimo calor, falta de rodaje, un rival voluntarioso y un público que aprovechó la presencia de España para pasárselo en grande más allá de lo que se decidiera en el campo de juego. La victoria del tricampeón 08/10/12 se labró al término del primer período cuando las fuerzas puertorriqueñas estaban menguadas ante el tremendo esfuerzo que les causó perseguir el balón en vano. No fueron las más claras ocasiones de los españoles, pero fueron las que consiguieron batir a Caudette, al que el partido llevaba camino de consagrar hasta que Cazorla le batió por donde menos lo esperaba, el centro de su marco.

España superó sin ningún tipo de dificultades, salvo las del marcador engañoso, el primer partido post Polonia/Ucrania manteniendo las constantes del fútbol que todos conocemos y que pasan, y pasarán, Dios lo quiera, por tener el control del balón, que es lo mismo que tener el control del juego. Xabi Alonso, al que Puerto Rico dejó maniobrar a su antojo ante otras necesidades como las de reforzar su defensa para evitar males mayores, fue el eje en torno al que giró el fútbol de España, con Navas muy activo por la derecha y Cazorla e Iniesta por la izquierda. La acumulación de zagueros en las proximidades de Caudette, remedando una especie de fortaleza de El Morro, la que defendía la Isla de los acosos externos, fue la tónica de Puerto Rico ante lo que se le vino encima: una inmensa superioridad en todos los aspectos, aceptada por sus jugadores y comprendida por sus aficionados, que sumamente generosos, lo único que aplaudieron de los suyos fueron los despejes defensivos. Poco más podían hacer.

A España le costó, sin embargo, hallar las rutas del gol porque no acertó en el fútbol interior a pesar de lo utilizó masivamente. Cazorla, Cesc, Xabi Alonso y Torres buscaron el gol con insistencia y una superioridad pasmosa, pero unas veces Caudette, otras el poste, que rechazó un cabezazo de Torres y el colegiado, que anuló un tanto del “Niño”, por fuera de juego, hicieron imposible que se moviera el marcador hasta que Cazorla, cansado de probarlo de todas las formas posibles, resolvió por el centro, zona que menos cubría el guardameta local. Era el minuto 43. Dos más tarde, Cesc acertó a empalmar uno de los numerosísimos centros de Navas para acabar con cualquier duda de futuro antes de viajar a las deseadas duchas en una tarde extremadamente calurosa y húmeda. A los 47, otro tiro de Cazorla fue repelido por el travesaño.

El propio Cazorla se erigió en director del juego cuando Del Bosque cambió a Alonso, lo que no produjo ninguna alteración en el orden del partido, unidireccional, una especie de monólogo consistente en jugar el balón, perderlo o no, volver a recuperarlo y volver a jugarlo. La inocencia de los voluntariosos puertorriqueños no produjo ningún efecto perturbador para Reina, que se pasó el duelo viendo como lo jugaban sus compañeros hasta que, inesperadamente, a los 65’ un contragolpe de los isleños produjo un efecto monumental. El recién salido Marc Cintron recogió un balón adelantado, remató ante Ramos, el balón tocó en el defensa y el cuero entró entre Reina y su poste izquierdo. El júbilo que produjo la diana hizo temblar los cimientos de todas las fortificaciones de la Isla. Con razón.

El triunfo de España no se aproxima a la realidad de lo que fue el choque, que acabó como una jornada feliz para los puertorriqueños que no se creían ni el 1-2 ni el hecho de haberle hecho una diana al campeón del mundo. A este no le faltó sino algo más de tino para resolver por la prevista vía de la claridad su triunfo, pero con la campaña recién iniciada y los calores que sufrimos la victoria vale lo que vale doblegar a un rival menor por la mínima y en su campo. Dos dianas de mediocampistas bastaron para ganar en una jornada de sudores e imprevistos al final y en la que España decidió como suele hacer, con los constructores decisivos cara al gol una vez más.

Esa fue la historia del choque en Puerto Rico, donde España fue recibida con enorme cariño y jugada con una ultra defensa por los de casa, que era todo lo que podía esperar. No fue Numancia, fue El Morro, con la enorme fortuna de una diana que les hizo inmensamente felices para que todo acabara entre parabienes.

RFEF

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