Raquel González Ruano se convirtió el pasado 22 de septiembre, en la primera árbitro española en actuar en primera división masculina al dirigir el encuentro Santa Coloma-Burela. La castellonense mostró su satisfacción por cumplir ese objetivo y poder seguir progresando.

“En julio me comunicaron el ascenso a primera; en agosto acudí al Mundial Universitario y, la pasada semana debuté en primera división, no puedo pedir más. En lo único que pienso es en seguir trabajando para mejorar y aprovechar la oportunidad”.

Para llegar ha pasado por las diferentes categorías y asegura que la principal diferencia, respecto a segunda, se refiere a la profesionalización y la mayor repercusión en los medios de comunicación . “El nivel del fútbol sala español es elevado y, en segunda división los equipos trabajan muy bien. En primera se nota más la profesionalización y especialmente la repercusión que existe a nivel de información”. “Tuve, previamente además, la suerte de arbitrar en el Mundial Universitario, celebrado el pasado mes de agosto en Portugal en el que participaban jugadores españoles que militan en primera división. También allí coincidí con Francisco Peña Díaz , arbitro con una gran experiencia , todo ello ha sido positivo y me ha facilitado las cosas”.

Raquel se refirió a la necesidad de ver con normalidad la presencia de mujeres árbitro en la máxima categoría: “En mi caso siempre he estado relacionada con el deporte, es lo que me más me gusta, por eso ser la única chica en las pruebas físicas no ha sido ningún problema. Precisamente creo que es normal y que debe verse con normalidad la presencia de mujeres arbitrando en la máxima categoría arbitral del fútbol sala. Personalmente se que soy en cierta forma referencia para otras compañeras y acepto con agrado, la responsabilidad que supone ir abriendo camino”

 

 

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