Al finalizar el encuentro ante el Gavà Lluís Vidal no estaba para muchas historias. El técnico consideraba que era un partido clave, pero el resultado fue adverso (0-2), y se sumaba a las dos derrotas anteriores (Damm y Nàstic). A pesar de todo, el enfado de Vidal no era tanto por los puntos -”no va por ahí, en mis cálculos vamos bien”, dice el técnico- si no por lo que el gran Johan Cruyff denominó como “el entorno”. En medio de un ambiente que está lejos de ser el ideal, el equipo viaja hoy a Zaragoza para encarar esta misma tarde una salida harto complicada ante el potente equipo maño.
“Son cosas que hace tiempo que estoy viendo y que hay que parar. Parece que algunos se han olvidado de lo que cuestan las cosas, que somos un recién ascendido, que somos un club pequeño y que la División de Honor es un paso más y muy duro”, recuerda el técnico.
Esas cosas que están afectando al grupo son “influencias no muy buenas sobre los chicos, padres que se piensan que su hijo es una estrella, representantes que empiezan a merodear por el Maonès, gente del club que se empieza a influenciar y luego te comentan cosas a ti. Eso hay que cortarlo si queremos ir bien porque no es bueno para nadie”.
Todos esos motivos tuvieron su máximo punto de ebullición tras el partido ante el Gavà. “Me da rabia perder, pero por encima de eso, me da más rabia ver que hay chicos que no hacen lo que hay que hacer porque en su cabeza tienen alguna idea no conveniente”, explica un entrenador que quiere incidir en que “lo conseguido hasta ahora es bueno para los chicos, para el club y para Menorca. Pero si queremos que sea la base para un futuro, hay que poner los pies en el suelo y trabajar. Si nos olvidamos de lo que somos, esto se quedará en flor de un día”.
“Yo tengo que exigir. Tengo que hacer entender a estos chicos que ahora estamos en otra cosa. Tendrán tiempo para cantos de sirena. Los buenos tendrán ofertas en un futuro, y deberán escoger también cómo compaginan los estudios, pero si no trabajan, si no se ponen ya, no habrá nada para nadie. Va más allá de un partido ¿Que soy duro por eso? Puede ser. Yo también me equivoco. Pero creo que tengo razón”. Son argumentos que esgrime Vidal a admite que “puse mi cargo a disposición del presidente y si lo hubiera aceptado, me iba a casa. Pero en el fondo, no quería eso. Sigo pensando que si alguien cree que yo soy problema para algo, pues me voy. Pero lo que buscaba un golpe de efecto para que la gente reaccione. Me importa esto y estamos a tiempo”.
¿Problemas con la directiva? El tema de una comisión deportiva que se encarga de los fichajes pudo no gustar. “No entro en eso, pero sí debo decir que nunca he tenido ningún problema con el presidente. Si alguien se lo quiere inventar, me da igual”. ¿Y tras Zaragoza? “No, no dejaré al equipo. Es un partido complicado… Quizá nuestra liga empieza el lunes”.
Diario Menorca
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