G. L. S. | IBIZA Desde que dejó la Ponferradina a finales de la pasada temporada Carlos Tomás pasó por un pequeño bache que le llevó a jugar y a entrenarse con el equipo que tiene la Asociación de Futbolistas Españoles, todos ellos en paro. De ahí recibió la llamada del Levante B de Segunda B, con el que empezó jugando los primeros cuatro partidos de Liga hasta que cayó lesionado del tobillo. En un principio parecía un esguince, pero en las últimas semanas ese dolor ha derivado en que se ha visto afectado el tendón de Aquiles.
Siete semanas lleva en el dique seco el central ibicenco, quien, de momento, sigue sin ver la luz al final del túnel. «Me lesioné en un entrenamiento y de momento no he vuelto a jugar. Espero que dentro de un par de semanas pueda estar otra vez cogiendo la forma», señaló ayer.
El jugador formado en la Penya Blanc i Blava cree que ahora va a tener que sudar para ganarse el sitio porque sus compañeros están rindiendo a un buen nivel. «Ahora será complicado coger el ritmo y volver a jugar porque el equipo está muy bien, pero lo importante ahora es recuperarme bien y no tener prisa», dijo el ibicenco, de 24 años.
Tomás, que no tuvo opción de renovar por su anterior club, la Ponferradina, aspira, una vez recuperado, a coger confianza y que pueda recibir la llamada del técnico del primer equipo, Juan Ignacio Martínez. «Sé que es complicado, pero nunca pierdo la esperanza», señaló.
Diario de Ibiza
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