Dimitir no es un nombre ruso decía una pancarta hace bien poco en una manifestación contra los políticos de este país. Y me hizo pensar. Exigir a los demás implica aplicárselo cuando la experiencia es propia. Consumada mi dimisión irrevocable como entrenador del juvenil A de la Penya Arrabal amparada en el valor irrefutable de los resultados, quiero señalar el excelente trato recibido por la la mayoría de integrantes de este gran club.
No es fácil tras 18 años entrenando tomar por primera vez la decisión de abandonar el barco, más cuando quienes han vivido esta aventura junto a mi, saben lo complicado que es explicar lo inexplicable,semana a semana, lunes tras lunes a un grupo entregado y abierto siempre a darlo todo. Pero como decía Boskov, el fútbol es así.
A pesar del momento duro que supone para un entrenador no completar la tarea encomendada, no quiero despedirme sin dejar de agradecer al club el trato recibido. A su presidente Toni Tacha su proximidad permanente y su cariño, a Josete Planas su complicidad y su respaldo hasta el último momento, a Tolo Pou, Rafa y demás integrantes de la familia arrabalera y por supuesto a todos mis jugadores, los que estuvieron el año pasado y los que han iniciado esta aventura conmigo y sobre todo por aguantarme. Desde Alex Muñoz hasta Ñoño, pasando por Guillem, T.J, Guille, Marto, Carlitos, Mateo, Molina, Crespo, Alvárez, Vigil y todos los demás, sin excepción. Chicos comprometidos.
El fútbol es un juego y como la vida, un camino plagado de experiencias. La que nos ha tocado compartir en este viaje no ha tenido el final deseado pero estoy convencido que saldréis adelante con el orgullo de los triunfadores. Siento no haber podido llevar a buen puerto este barco en el que nunca me faltaron ayudas; desde el fisio Manu, hasta Pep Collet, pasando por la profesionalidad de Jaume Caldes, posiblemente uno de los mejores preparados físicos de Mallorca y el apoyo permanente en los malos momentos de Pablo Roca, siempre Pablo, Kiko Alabat, gracias por tu paciencia y por tu labor desinteresada, y los delegados Juan Serentín y Guillermo Alemany.
Al final, como dicen aquellos que ven en el deporte un juego, sólo es fútbol. Y como tal uno trata de tomárselo: la cosa más importante de las cosas no importantes.
Desde aquí, mostrar mi gratitud y máximo respeto hacia la Coordinación deportiva del club (Jordi, Carlos y Tolo) por su trabajo y agradecerle su relación, no sólo de trabajo, también de amistad, durante un año y medio, mostrándome un apoyo incondicional incluso en los malos momentos hasta hoy, donde incluso se me ha reiterado la confianza. Pocas veces encontré en un sitio tanta critica constructiva, tanto apoyo y tanta honestidad. Siempre, hubo una llamada, un mensaje o un gesto de respaldo a mi trabajo. Al final, la pelota dictó sentencia. Y ante esto, lo único que queda es acatar el veredicto y tratar de que este aprendizaje sirva para futuras experiencias.
Visca la Penya¡¡¡
Carlos Martinez para Fútbol Balear.
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