A pesar de que el Menorca de División de Honor, a día de hoy, cumple con el objetivo de mantenerse en la categoría tras una muy meritoria primera vuelta, no es menos cierto que el conjunto menorquinista está en un mal momento. No gana desde el pasado 11 de noviembre, está a tan solo cuatro puntos del descenso y la segunda vuelta se presenta muy complicada. Todo junto hace que un halo de precariedad se cierna sobre el técnico Lluís Vidal, en un equipo juvenil que, se quiera o no, tiene el foco mediático encima.
¿Ha visto la contra del Diari de este martes?
La he leído y no tengo nada que decir. El que manda es el presidente y hace lo que entiende que hay que hacer. Dice bien claro que busca soluciones. ¿Qué soluciones? Ya lo veremos.
La solución puede ser fichar a un técnico ayudante, por ejemplo.
Si se refiere a Ramón de Quintana, no he hablado con él y no soy nadie para decir si es una solución o no. Lo que haga la directiva es cosa de ellos. Es su parcela y yo me dedico a la mía, que es entrenar.
Por supuesto. Pero cuando se anuncia que viene este técnico, y el presidente indica que es un apoyo… Lo primero que piensa alguien externo al club, con algo de mala idea, es que viene a lo que viene.
Ya, pero como yo nunca pienso mal… Es un tema que no me incumbe y que si se quiere tratar, hay que hacerlo con quienes le fichan.
Es cierto que su equipo hace tiempo que no gana, que de los últimos 18 puntos posibles solo sumó 3, que perder con el colista es otro golpe duro… Pero que antes de empezar la temporada todo el mundo hubiera firmado estar a 4 puntos del descenso como ahora.
En principio, el proyecto de este año pasaba por estar donde estamos ahora. Incluso quedar el 12º. La salvación. El quinto menos malo. Creo que este objetivo se está marcando. Pero ocurre que durante un mes hicimos varios partidos importantes bien, con una actitud ejemplar por parte de todo el mundo, que nos ha permitido llegar a estas alturas como estamos. Pero al final de esta primera vuelta no hemos estado todo lo bien que se preveía, por mil cosas. Ahora dependemos exclusivamente de nosotros. Es cierto que cuando pierdes una serie de partidos seguidos, duele. Con seis puntos más estaríamos casi salvados… Pero buscar excusas no es lo que toca. Estamos donde estamos. Ahora lo que toca es desconectar y volver a arrancar lo mejor posible el próximo año.
Pregunta recurrente. ¿La dinámica de este equipo, ahora negativa, es un tema mental, de no tener más capacidad, de no trabajar, de confianza? ¿Qué ocurre?
Son diversas cosas. Por un lado, tenemos una plantilla limitada de efectivos. No podemos aspirar a más de donde estamos. Nuestro grupo es el de seis para cuatro plazas. A partir de aquí, hay un exceso de euforia que repercute. Después, cuando vienen mal dadas, hay que pensar que son chicos jóvenes, y esta presión de ganar no la han tenido casi nunca, porque vienen ademas de ganarlo todo. Cuando va de cara es muy fácil, es la presión positiva. Pero ¿y lo contrario? Ellos no están acostumbrados a la parte negativa. A sufrir para ganar, para competir cada semana. Eso a veces se hace muy pesado. Es un continuo de entreno, partido, entreno, partido. Por eso el equipo se viene abajo.
Hemos fijado el foco en un equipo que no deja ser juvenil.
En mi opinión, es muy interesante que este equipo sea la referencia en la isla, por la categoría en la que juega. Pero no hay que olvidar que es juvenil. Estamos haciendo debutar a chicos de 15 años. Tenemos solo a tres de 18, y la mayoría están entre 16 y 17. No tienen la madurez y el equilibrio suficiente para asumir una presión diaria, de vosotros los periodistas, que los vais a llamar cada dos por tres, por ejemplo. Hay que protegerlos. Y lo intento. Solo son chicos.
Presión. El Atlético Villacarlos de Liga Nacional está haciendo una campaña increíble, pero es un equipo que no tiene a los medios tan encima como su equipo.
Ése es el ejemplo que he puesto en el vestuario. Nosotros el año pasado en Liga Nacional tuvimos una presencia equilibrada. Pero este año, el Villacarlos hace una campaña espléndida… Pero pasa desapercibido. Todo se basa en que… Mire, hacer sangre, poner el dedo en la herida es muy fácil. Hay muchos egos. Pero, insisto, ya sabíamos que tendríamos esta presión. Lo que faltaba era ver las reacciones ante una situación adversa. Ahora lo vemos.
No hace mucho, en otra mala dinámica, usted lanzó un órdago afirmando que si era el problema, se iba. Los resultados son los que son, y esa bala no la va a poder gastar otra vez.
Dije eso porque era lo adecuado. Hubo una serie de circunstancias que me hicieron pensar así. Creo en el trabajo, y lo he demostrado. Tenía sensación de agobio, hice unas declaraciones y punto. Ahora te lo van recordando cada dos por tres, como si estuviera ligado a resultados. Hemos perdido partidos tontos, y otros porque el fútbol es injusto. A partir de ahí, todo aquello está olvidado. Si quieren seguir recordándolo, pues nada. Me quedo con la satisfacción de que en toda la primera vuelta no hemos estado nunca en zona de descenso, de haber hecho 18 puntos, de hacer debutar jugadores. Ahora toca el parón por Navidad, y toca descansar. Luego, veremos.
¿Los chicos están con usted ¿Nota algún tipo de rechazo? Cada dos por tres se dice lo contrario, que usted los aprieta mucho y la plantilla no está bien, y que no lo quieren…
En estos momentos, está claro que hay algún jugador que no está contento con lo que hago. Sobretodo a los que no les gusta trabajar. Deben pensar que trabajamos demasiado. Pero mi obligación es volver a recordar que estamos en División de Honor. Es la máxima categoría. Y este club afronta esta temporada pensando en el futuro, en quedarnos, con fundamentos suficientes para aguantar el barco. ¿Si están conmigo o no? Mi sensación es que el equipo nunca me ha dado la espalda, aunque siempre habrá quien no esté contento. Pero es tan fácil de saber como preguntarles, a ver qué dicen.
El presidente dice en ‘Es Diari’ que “estamos decepcionados y algo tendremos que hacer”. Y lo que se hace habitualmente es que en el siguiente partido, el míster salta.
Yo hago mi trabajo y de momento el objetivo de no descender está cubierto. Estoy convencido de que el equipo se mantendrá. De aquí a final de temporada hay que ganar cinco partidos para no bajar. Es lo mismo que al principio. Hay que hacer 15 puntos. En la primera hicimos 18. ¿Dónde puntuar? Me da exactamente igual.
¿Le extrañaría que lo acabaran cesando?
A mi en el fútbol ya no me extraña nada.
Primero ratifican al técnico y luego lo echan.
Las ratificaciones son tonterías. Cuando lo hacen, luego vas fuera. Está demostrado. No me siento ni respaldado ni rechazado. Son declaraciones para estudiar, para analizar lo que dice entre líneas.
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