Tras la salida de Rubén Carreras una semana atrás, ahora en el Constància, la entidad que preside Antoni Palliser cerró anoche la incorporación del experimentado centrocampista Manolo Calero (1985), que en lo disputado de temporada ha militado en el Menorca de Regional, y opera sobre otras opciones cara a un segundo fichaje; una, la más factible, la del joven delantero Edgar Llabrés, perteneciente al Atlètic Ciutadella. La otra, más improbable, trata con un jugador foráneo.

«Tenemos dos fichas libres y estamos mirando el mercado, que es limitado para nosotros, pero no descartamos fichar», explicó el pasado 11 de enero en estas mismas páginas Antoni Palliser. Tras algunas fechas rastreando el mercado –el técnico Yeray Rodríguez ha conducido las pesquisas–, el Mercadal ha encontrado en la figura de Calero la posibilidad ideal para reforzar su estructura de equipo, muy golpeada por las lesiones a lo largo de la primera vuelta.

La operación con el centrocampista formado en el Sant Lluís se ejecutó durante la jornada de ayer. Calero, tras recibir la llamada del Mercadal, comunicó el extremo al Menorca, expresando su intención de retornar a Tercera. Ulteriormente, a media tarde, el jugador alcanzó un acuerdo con el club rojiblanco, que de inmediato contactó con Ángel Río, presidente azulgrana. En el Estadio Mahonés, si bien entienden que es una baja muy sensible y que condicionará de modo importante el esqueleto de su plantilla, no opusieron traba alguna a la salida de Calero, que regresa así a la liga balear y también al Mercadal, cuyo equipo integró en la temporada anterior aunque sin poder jugar debido a una dolencia en la espalda. Calero, un tipo talentoso con capacidad para ocupar cualquier demarcación en la zona ancha, desarrolló su mejores años como futbolista en las filas del Alaior en Tercera, donde se mantuvo hasta 2011. En principio, su trato con el Mercadal ‘caduca’ en junio del año en curso.

La otra ficha que dispone libre el Mercadal, de pretender emplearla, deberá hacerlo con un sub 23. En ese contexto ha entrado en escena el nombre de Edgar Llabrés (1992), joven delantero del Atlètic Ciutadella. Moldeado como futbolista en la cantera del Dosa, el perfil de Edgar responde al de clásico ‘killer’ del área. De fornido físico, veloz y con instinto ‘depredador’, Rafa Torres, su entrenador en el cuadro bermellón, aseguró de él en octubre pasado que «tiene mimbres para ser un muy buen futbolista». En diciembre, al poco de iniciar la liga en Regional, el propio Torres auguró que Edgar sería «uno de los jugadores más decisivos del campeonato insular», predicción que difícilmente se cumplirá, en tanto que las opciones de que el delantero termine el año deportivo en el Mercadal son elevadas. De no fructificar la incorporación, el club de Sant Martí mantiene la expectativa sobre un jugador que actúa en la península, posibilidad «muy complicada», en función de lo que reconoce Palliser. Según pudo averiguar esta redacción, Edgar Doblas (21 años), que recién ha dejado el Castelldefels, podría ser esa opción. Calero, cerrado; Edgar Llabrés, muy cerca; Edgar Doblas, improbable. Reformas de invierno en el Mercadal.

UHM