m.j.b. palma

Sin Fernando Crespí, que dejará la presidencia dentro de unos días, ni el máximo responsable deportivo Paco Soler, el Atlético Baleares emprenderá en unas semanas una regeneración importante, tanto en la parcela institucional como en la deportiva.

Si bien los máximos responsables de la entidad seguirán siendo los dos principales accionistas, Bartolomé Cursach y el propio Crespí, el club cambiará respecto a la junta directiva que lo dirigirá. Habrá que nombrar a un nuevo presidente, que parece tener ya nombre y apellidos. Se trata de Daniel Fiol, un abogado que llegó al club hace dos años de la mano del todavía vicepresidente Tomeu Salas para que asesorara a la entonces Junta de Accionistas del Estadio Balear cuando a ésta la presidía Toni Arnaiz. Desavenencias entre ellos hicieron que Fiol abandonara la Procampo y se acercará más a la presidencia de Crespí.

El anonimato de Fiol en lo deportivo cambia entre los profesionales de la abogacía, que lo recuerdan como el abogado que hace dos años denunció ante el Tribunal Penal Internacional a Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, por la muerte de Osama bin Laden.

En lo deportivo, los todavía dirigentes del club han querido dar una solución rápida a la firma del nuevo técnico y tras la negativa de Pep Barceló, por no estar de acuerdo con el proyecto presentado, han llegado a un acuerdo con Nico López para que dirija al primer equipo en Segunda B con un presupuesto ajustado de 90.000 euros y jugadores mallorquines.

DM