Ni el Ajuntament de Palma, ni la Procampo quieren que el Estadi Balear sea «otro Lluís Sitjar» y dan pasos adelante para dar con la mejor salida para el recinto.

El máximo responsable de la Procampo, Fernando Miró, presentó ayer al concejal de Urbanisme, Jesús Valls, el proyecto para una reforma que ahora estudiarán los técnicos de Cort para evaluar su idoneidad. Tras el cierre temporal del recinto por graves problemas estructurales, los propietarios han presentado un plan de rehabilitación con un coste estimado de 680.000 euros.

El proyecto, que deberá buscar financiación tras ser estudiado por el Ajuntament de Palma, planea la rehabilitación de la Tribuna Cubierta y derribar las de Gol y la de Sol. La propuesta de la Procampo es dar uso a los escombros generados para dar forma a una grada de unos cinco escalones alrededor del terreno de juego -en la imagen-.

El Estadi Balear cambiaría su fisonomía actual para perder altura en las tribunas de Sol y Gol, pero contaría con un aforo que rondaría los 10.000 espectadores. Cabe destacar que la revalorización de los escombros también deberá ser vigilada por los organismos competentes, cuya opinión determinará la idoneidad de esta medida.

Jesús Valls valora de forma positiva la buena sintonía y la predisposición de la Procampo, aunque matiza que «el Ajuntament de Palma será contundente en el cumplimiento de la disciplina urbanística y de la obligatoriedad de no usar las instalaciones, porque la prioridad para nosotros es evitar cualquier peligro para las personas».

La empresa alicantina Emolosa, que trabajó en la reconstrucción de Lorca tras el terremoto que azotó a la ciudad murciana, ha culminado el diagnóstico del Estadi Balear, cuyo proyecto de reforma ha sido elaborado enn las últimas semanas por el decano del colegio de aparejadores de Balears, Nacho Martínez, en colaboración con Miquel Dalmau.

UH