Si mi buen amigo Nofre Riera me lo permite quiero desde estas líneas dar mis sinceras y emotivas gracias a todas aquellas personas que con motivo de la concesión del Premio Dijous Bo de L´Esport, concedido por el Ayuntamiento de Inca, me han felicitado por este  premio, para mi, inesperado y que, cuando me lo comunicaron, quedè completamente sorprendido.

Es verdad que son muchos los años que he dedicado al deporte en general ( no sòlo fùtbol ) porque desde los 18 años, y de esto ya ha llovido ando metido en todo tipo de actividades deportivas. Serìa muy largo el intentar relatarles todas mis andanzas deportivas (Atletismo, Fùtbol Sala, balonmano, voleibol, juegos Escolares) no sòlo en el aspecto puramente deportivo sino , también en el organizativo. Desde luego ha sido el fútbol el deporte que más me ha atraìdo, como sabéis en el año 1977 fundé, con el visto bueno de la Orden Franciscana de Inca el C.D. Beato Ramón Llull, después  al dejar momentáneamente y por motivos de salud el Beato y por sugerencia de un amigo árbitro (Toni Campaner de Costitx) me metí de lleno en este apasionante mundo del arbitraje futbolístico.

Circunstancialmente dejé el arbitraje por discrepancias con la nueva directiva entrante. En aquel momento (y ya en tiempos de Angel García) fue elegido Presidente del Constancia un compañerp de Estudios, Miguel LLompart Mora que pidió mi colaboración en su nuevo proyecto, primero como cronista del diario La Voz de Baleares y el Diario de Mallorca ( Ya hacía años que hacía las crònicas para el Semanario Dijous de Inca ).

Cambio en la Presidencia en el Colegio de Arbitros y mi buen amigo Tomeu Riera nos pidió a Miguel Gual y a mí que cogièramos la Delegación de Inca , a la vez que qe nombraron Informador del Colegio. Mi buen amigo Nofre Riera con el cual hice el curso de entrenador me invitó a escribir en Fútbol Balear, invitación que no dudé en acep. Crónicas y más crónicas, informes y más informes. Toda una vida al servicio del Deporte pero, la verdad, cuando me comunicaron la concesión casí no me lo creía, parecía un sueño que se convirtió en realidad.

Por eso quiero agradecer a todas las personas que a lo largo de màs de cincuenta años , trabajando codo con codo, han hecho posible el que se me concediera este galardón. A mis amigos los árbitros y al colegio Beato Ramón Llull de Inca va dedicado este Premio y, sobre todo, a mi esposa Teresa que me ha «consentido » y «permitido » el que quitando horas a la familia haya podido llevar a cabo esta labor durante tantos años.

¡ Moltes Gracies a tots «