Está claro que el presidente en funciones del Real Mallorca, Biel Cerdá, tampoco se mueve con comodidad en la parcela deportiva de la entidad. Según ha podido saber El Infiltrado de mallorcadiario.com, este domingo Cerdá sorprendió a toda la plantilla y al cuerpo técnico presentándose en el vestuario en un momento en que no es nada habitual que alguien viole la intimidad del grupo. Es el momento de máxima concentración y en el que más que nunca la puerta está cerrada.

Domingo, 16.55 horas. Los jugadores han finalizado el calentamiento sobre el césped y vuelven al vestuario para uniformarse antes de salir definitivamente al campo para disputar el partido. Son minutos de silencio que siempre rompe la misma persona. La única que puede hacerlo. José Luis Oltra pide atención para dispersar la última arenga a sus jugadores.

Sin embargo, en el partido ante el Numancia, Cerdá rompió la liturgia del vestuario. Ante la sorpresa de todos, apareció en las dependencias y pidió la palabra para dar ánimos y decir a los jugadores: “confio en vosotros”. El “míster” se quedó sin hacer su charla habitual.

Se atrevió con Oltra. Las fuentes consultadas se preguntan si se hubera atrevido a presentarse en el vestuario minutos antes de empezar un partido siendo entrenador, por ejemplo, Luis Aragonés.

Ya circulan críticas a Cerdá por este episodio. Los más benévolos con el presidente señalan que “bajó al vestuario en un momento en que no debe hacerse, por desconcimiento de las normas sagradas de un vestuario”.

Sí es habitual, en cambio, que el presidente baje al vestuario de un equipo de fútbol al final de partidos con resultados trascendentes, tanto en positivo como en negativo. Pero nunca al inicio o en el descanso.

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