Bernat Bonet se desplazó el domingo a Palma con la plantilla. Y, desde la banda vio una alineación «que no le hizo mucho caso, más por nerviosismo que por otra cosa, a lo que dice su entrenador», al que carga parte de la responsabilidad. El técnico blue siente que sus hobres deben mejorar, pero que están lastrados «por la mala fortuna». Para Román, «lo mejor es que queda una vuelta». No obstante, el representante de la junta directiva ni se plantea cambiar de míster: «Vicente acabará la temporada a no ser que decida dejarlo por decisión propia». «Soy muy cabezón. Esto lo vamos a arreglar cueste lo que cueste», apunta Román.
Según Bonet, los impagos «no deben afectar». «¿Qué tiene que ver eso? El que diga que no juega igual porque no cobra, que se marche del equipo», zanja el presidente. Bonet considera fundamental comenzar con buen pie la segunda vuelta para no parecerse al Sant Rafel de los eneros de 1991 y 2003. Entonces ya se transitaba por el descenso. Con 13 y 14 puntos en cada caso. Y, al llegar la primavera, el equipo dio con sus huesos en Regional.
«La gente está harta [de la mala marcha del Sant Rafel] y no viene al campo porque está cansada de ver partidos indolentes y futbolistas sin actitud», se queja Bernat Bonet. El presidente azulón no se explica cómo «el buen trabajo que se hace en los entrenamientos» no se refleja en los 90 minutos que se juegan cada fin de semana. «Y con el mismo bloque de la temporada pasada», más algún refuerzo como Werner o Carvajal, sustituto tardío del que probablemente está siendo el hombre más decisivo del grupo XI de Tercera: Manuel Salinas.
Diario de Ibiza
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