Un inicio de campeonato dubitativo dejó por los suelos la moral del equipo juvenil del Sant Jordi, una escuadra con calidad para estar en lo más alto de la clasificación. Sin embargo, el equipo entrenado por Juanjo Cruz está realizando un final de temporada excepcional. Únicamente han dejado escapar tres de los últimos 27 puntos en juego y, a falta de diez jornadas para el final, el ascenso a División de Honor es un sueño difícil, pero no imposible.
«El equipo está concentradísimo y muy motivado. Se nota en los entrenos y en la dinámica de los últimos partidos. En el pueblo todo el mundo está muy contento porque ya hemos sellado la permanencia de forma virtual, lo que supondrá la quinta temporada en la categoría, algo que no ha conseguido nadie en Ibiza. Es muy importante para nosotros», asegura el presidente del club, Kiko Serra, que asevera que no quieren ni escuchar las palabras ´división´ y ´honor´. «Sería muy bonito, pero, como dicen los entrenadores, vamos a ir partido a partido», subraya.
Los ibicencos ocupan la sexta plaza con 40 puntos, a tan solo seis del cuarteto que lidera la clasificación, formado por Son Oliva, Mallorca B, Manacor y Penya Arrabal, seguidos de cerca por el Serverense, a dos de diferencia. Las opciones, con 30 puntos en juego, están intactas para los de Ibiza, a los que restan cuatro enfrentamientos directos con estos cinco equipos hasta el final de temporada.
«El objetivo al comenzar la Liga era estar entre los seis primeros y, si había alguna opción al final, luchar con todas las fuerzas. Tuvimos una primera vuelta desafortunada e irregular, pero después de Navidad los jugadores dieron un paso al frente, especialmente en el ámbito defensivo, que era una de nuestras asignaturas pendientes», explica el técnico Juanjo Cruz, quien destaca el trabajo en los últimos partidos de los efectivos con un corte más ofensivo.
«Me he dedicado especialmente a un trabajo psicológico. Al principio, por la mala racha de resultados, y ahora por todo lo contrario. Debemos conseguir tener los pies en el suelo», añade. El equipo encara la recta final sin lesionados, y únicamente con Cristian Valcárcel, Eric Jiménez, Manu Cabezuelo y Javi Palmera a una amarilla de la suspensión.
La escuadra menos goleada
La candidatura del Sant Jordi al ascenso a la División de Honor juvenil la avalan las estadísticas. El equipo entrenado por Juanjo Cruz, tras un mal inicio de Liga, se ha erigido como una auténtica trituradora, granítica en defensa y letal en ataque, lo que le ha valido para embolsarse 24 de los últimos 27 puntos en juego. Los jordiers son el equipo menos goleado de la categoría con 27 tantos encajados (los mismos que Mallorca B y Penya Arrabal, dos de los equipos empatados en la primera posición).
Además, Sant Jordi también destaca por su faceta goleadora, con un promedio de 1,62 tantos por encuentro. Asimismo, dos jugadores del equipo ibicenco se han colado entre los cinco máximos goleadores de la competición, con más de un gol por cada dos partidos jugados. Cristian Valcárcel, cuarto en la lista, es el máximo artillero del conjunto pitiuso, con 15 dianas, al que le sigue Mario Contreras, a tres tantos de diferencia, aunque con una mejor ratio, ya que ha disputado cinco partidos menos.
Diario de Ibiza
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