Julio Muñoz

La Selección española vence a Italia con un partido en el que jugó mejor pero también recorrió más kilómetros que los italianos. Pedro, en la segunda mitad, rompió la defensa italiana.

Tras un emotivo homenaje a Luis Aragonés con una inmensa pancarta que rezaba «Eterno Luis» comenzó un partido eléctrico. La primera mitad fue de control y presión por parte de la Selección española. Inicio de mucha tensión y frescura de los de Del Bosque que en los primeros 25 minutos provocaron siete ocasiones de peligro.

España jugaba prácticamente en su totalidad en campo italiano, la presión empezaba muy arriba y el balón duraba cada vez menos a los de Prandelli. Un centro chut de Barzagli que se fue al palo de Casillas fue prácticamente el único acercamiento de Italia hasta los últimos minutos.

En España las novedades funcionaron: Javi Martínez se compenetró bien con Sergio Ramos en el eje de la defensa, Thiago asumió responsabilidades y se mostró muy desequilibrante tanto en el regate como en el último pase, y Costa ofreció un derroche de trabajo y un amplio catálogos de desmarques y aclarados. Cesc en un balón que se fue arriba, Pedro tras una espectacular jugada por la derecha o una combinación entre Thiago e Iniesta estuvieron cerca convertirse en gol, pero el marcador no se movió.

Al principio de la segunda parte entraron Silva y Alonso, y España metió una velocidad más aún. Su fútbol se hizo aún más eléctrico y fresco y acabó llegando el gol: Silva e Iniesta tejieron una pared, con tacón incluido del albaceteño en el corazón del área, y el balón le quedó a Pedro que definió ante Buffon.

Italia adelantó sus líneas para buscar el empate, pero los de Del Bosque se mostraron muy seguros y solidarios en los esfuerzos. Azpilicueta, Jordi Alba, Javi Martínez pero también Diego Costa o Pedro se vaciaron para que el marcador no se moviera.

 

Fotos de Carmelo Rubio.
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