Francisco Natera.
La imagen del Sandro Rosell que todos conocemos, la de niño bueno, pasó a la historia cuando el expresidente del Barça abandonó su cargo el pasado 23 de enero acusado de fraude en el fichaje del brasileño Neymar. Fue dar portazo a su vida y el que fuera dirigente del club azulgrana dio un cambio radical a su estilo personal. El empresario catalán se rapó el pelo, se dejó barba, ganó algo de peso y, sobre todo, se quitó la corbata para ofrecer un renovado aspecto, el cual ha sorprendido a propios y a extaños.
Rosell, que parece ahora el típico chico malo, más sexy e interesante, ha decidido pasar las vacaciones de Semana Santa en Ibiza junto a su familia y ayer al mediodía no dudó en disfrutar de una de las calas más atractivas de la isla: Porroig. El exdirigente culé se mostró cordial y simpático y no dudó en fotografiarse con un exfutbolista del Sant Jordi y fiel aficionado del Barcelona. “La verdad es que es un tío majo; le pregunté si vería la final de la Copa del Rey y dijo que sí y también comentó que al Barça le están dando palos por todos lados, tanto en España como fuera”, apuntó David Ferrer.
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