El empresario alemán Ingo Volckmann, un berlinés de 46 años muy discreto, tremendamente educado, y poco amigo de los flashes se convirtió en el nuevo accionista mayoritario del Atlético Baleares SAD tras llegar a un acuerdo con Bartolomé Cursach, Fernando Crespí y la familia Horrach, anteriores y principales accionistas, que le han cedido sus títulos por un espacio de entre dos y tres temporadas a un precio simbólico. De esta manera el histórico club blanquiazul toma aire y evita de momento la disolución a la que estaba abocado al haber entrado en concurso forzoso de acreedores hace varios meses.
En las próximas semanas se producirá el trasvase del Consejo de Administración, siempre con la autorización de la juez. El primer presidente de esta nueva etapa será un balearico de pro, aficionado del club desde hace más de 40 años como es Toni Garau, y que se convierte en la cabeza visible del proyecto, porque el propietario Ingo Volckmann permanecerá en un discreto segundo plano debido a sus contínuos viajes a Alemania por negocios. «Estoy aquí para ayudar, el proyecto que me presentó Nico López me convenció. Soy un gran aficionado al fútbol base y mi padre ya tuvo un club en Alemania», dijo el empresario alemán en su presentación, en la que dejó claro que el objetivo es «salvar la categoría y crecer como club».
El manager general, que será quien lleve toda la parcela deportiva, será Nico López, que seguirá siendo el entrenador y además controlará todos los fichajes, así como el día a día del club y la parcela del fútbol base. Además, el técnico llevará parte en el accionariado y tendrá cerca de un 10% del total del club.
«Es un día muy importante para el Atlético Baleares y también para mí. La temporada ha sido durísima, pero todo ha salido bien y ahora comenzamos una nueva etapa con mucha ilusión», dijo Nico López, que tuvo palabras de agradecimiento hacia Bartolomé Cursach «por todas las facilidades que nos ha dado». Nico agradeció también al nuevo propietario «por haber apostado por este club».
El proyecto blanquiazul se perfila con una duración inicial de tres años, durante los cuales Ingo Volckman podría invertir una cantidad cercana a los 800.000 euros.
Tal y como adelantó EL MUNDO, el Atlético Baleares jugará sus partidos oficiales en el campo de Son Malferit, así como casi todo el fútbol base. Un Son Malferit que se remodelará se creará una grada los gastos correran a cargo del Atlético Baleares y de la propia FFIB de esta manera se dice adiós al Municipal de Magaluf un terreno de juego que tantas alegrías a dado a lo largo de la temporada para los blanquiazules.
Pedro Bonet para Fútbol Balear.
Fotos de Guiem Sanchez para Fútbol Balear.
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