Ni cualquier playa de Brasil, ni el Caribe, ni las de la Costa del Sol ni las de la Costa Brava. Adriano Correia (Curitiba, Brasil 1984) elige Menorca para disfrutar de sus vacaciones. Aún con un pie en Barcelona y quizás otro en la AS Roma, donde le sitúan diversos portales digitales en los últimos días, y suturada en parte la herida abierta por haberse quedado fuera de la lista de Filipäo Scolari pera el Mundial, este futbolista ejemplariza el comportamiento profesional hasta las últimas consecuencias. El defensa del FC Barcelona, con un complejo historial de lesiones musculares que felizmente ya ha dejado atrás, compagina el ocio vacacional con la actividad física diaria, alimentación precisa y descanso. «Hay que cuidarse y más a medida que pasan los años», comenta en la entrevista concedida a este diario en el gimnasio de Maó al que acude regularmente.

Descubrió Menorca hace dos años. «Estuve 40 días y nos encantó a mi y a mi familia, por eso repetimos este año también más de un mes, prácticamente todas mis vacaciones. Me habló un fisio del club porque había sido un año muy duro y yo necesitaba un sitio para desconectar. La belleza, el encanto que tiene Menorca… disfruto aquí, me gusta pescar, navegar… recomiendo la Isla a todo el mundo, es una maravilla, no hay precio para pagar este sitio”.

Puede parecer extraño que consuma todas sus vacaciones aquí y no viaje a ‘su’ Brasil…
Vamos cambiando, nos gusta venir aquí y descansar. En Brasil disfrutamos con la familia y las amigas pero te das cuenta que tienes tantos compromisos que al final no descansas. Al no poder estar en la selección, mi mujer y yo decidimos venir aquí y verlo desde la tele. Me he perdido el mundial en mi país pero estoy disfrutando aquí.
Una decepción muy grande no jugar el Mundial…

Me quedé muy triste, sí, trabajé para estar e hice un esfuerzo muy grande, me cuidé mucho, no he tenido lesiones graves y he estado bien cuando he jugado. Me hubiera gustado jugar otros partidos importantes, sí, pero respeto a mis compañeros y al entrenador. Seguiré trabajando para estar en la lista del próximo mundial porque aún tendré 32 años. Filipäo tenía su grupo cerrado y era muy difícil entrar. Fui a la primera convocatoria y no tuve feeling con el seleccionador desde el principio. Quiero seguir trabajando y disfrutando en el Barça o donde vaya.

Diario Menorca