Miquel Angel Nadal los tiene bien puestos. Ya era así como futbolista y sigue por supuesto de la misma forma en su nueva faceta de manager general (que ese es, en realidad, su verdadero cargo). El Consejo de Administración tuvo ocasión de comprobarlo este viernes. Primer ultimatum de Miquel Angel y primera batalla ganada por él. Chapeau. Os lo cuento tras el salto.
Como sabéis ayer tocaba exposición por parte de Nadal de su proyecto deportivo ante el Consejo. Todo fue bien hasta que tocó hablar del nuevo entrenador. Se le preguntó a Nadal quién sería y la respuesta fue tajante: “no hay entrenador”. “¿Cómo que no?” “Hasta que no me digáis de cuanto dinero puedo disponer no puedo fichar a un cuerpo técnico”. “¿Y cuánto necesitas?” “400.000 euros como máximo para todo el cuerpo técnico”. “Eso es mucho dinero, Miquel Angel”. “Bueno, pues sabéis qué. Me haceis vosotros una oferta. Os doy media hora para que me la hagais. Si me gusta la aceptaré, pero si no me gusta me marcharé inmediatamente porque yo no estoy aquí para entrar en negociaciones de este tipo”.
Dicho esto Miquel Angel cogió puerta y se marchó. Inmediatamente Pedro Terra salió tras él y arrogándose funciones que nadie le ha otorgado -porque, que se sepa, el Consejo no le ha nombrado aún ni director general ni consejero delegado- le planteó la siguiente oferta: 120.000 euros para Nadal más otros 120.000 en caso de ascenso y otros 200.000 para el resto del cuerpo técnico. Nadal, que se mueve por cualquier cosa menos por dinero, aceptó la rebaja de 80.000 euros, volvió al Consejo e informó a los directivos que el entrenador sería Miquel Soler.
Nadal va cobrar 12.000 euros al mes por un trabajo que se cotiza mucho más alto en cualquier otro sitio (aunque Serra Ferrer renunció a cobrar un solo euro en los cuatro años que estuvo en el cargo, lo que siempre me pareció un grave error por su parte), mientras que Soler va a entrenar por mucho menos que eso. En su día, con el Mallorca inmerso en pleno concurso de acreedores, Pedro Terrasa (que fue quien le dijo a Nadal que lo que pedía era mucho dinero) se llevaba 180.000 euros anuales y por supuesto no dejó de cobrar ni un solo mes. Tanto Nadal como Soler han demostrado que no están aquí por dinero, y creo que eso el mallorquinismo debe agradecérselo.
Ojo que ahora queda la segunda parte de la batalla porque sigue sin haber todavía presupuesto, algo ridículo porque de ello depende directamente la calidad de la plantilla que se forme y, ojo, en mi opinión el objetivo irrenunciable del Mallorca no puede ser otro que el ascenso a Primera porque éste será el último año en el que se recibirá dinero de la ayuda al descenso. O se sube ya o en la temporada 2015-16 (el año del Centenario) habrá que moverse con un presupuesto de unos 4 millones de euros, con todo lo que eso significa.
El Consejo vuelve a reunirse el lunes para debatir el presupuesto de la próxima temporada. La única propuesta que de momento hay sobre la mesa es la de Cerdà, que quiere destinar 5 millones a infraestructuras y 3,5 al área deportiva. Eso es ridículo. A Nadal como mínimo hay que darle 5,5 millones para formar el equipo, y sin duda esa será su primera preocupación el lunes. Ojo a lo que puede suceder si Miquel Angel se siente engañado con la dotación presupuestaria, porque ayer ya demostró de lo que es capaz.
Futboldesdemallorca.com
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