Tomeu Maura
En la partida de póker en la que se ha convertido la venta del Mallorca todos los jugadores tienen posibilidades de ganar. Algunos más que otros, por supuesto, pero no me atrevería a descartar a nadie. Incluso a algún jugador que aún no ha aparecido, pero que no va a tardar en hacerlo, y que podría llegar cargado de triunfos.
Os lo venía avisando desde hacía días: la ampliación de capital modificará el aspecto del Consejo de Administración de manera radical. A partir de ahí se establecerá un nuevo orden, quiero pensar que definitivo.
Un par de cosas que es importante que sepais: Cerdá no tiene por qué ir a la ampliación. Si va Serra él sigue mandando porque el pacto de sindicación cubre el 55% de las acciones. El indigno presidente no necesita poner ni un solo euro, le basta con que lo haga Serra. Pero, ¿y si no va Serra? Aquí se abre un abanico de posibilidades, pero para resumirlas os seré muy directo: ahora mismo hay dos grupos que quieren hacerse con el control del Mallorca, el de Aouate y el de los italianos. El que ponga más dinero sobre la mesa se hará con el control.
¿Si compra Aouate las acciones de Claassen y/o Terrasa (si es que realmente son suyas) y Serra no va a la ampliación se acaba la partida? Falso. El grupo italiano podría darle a Cerdà el dinero necesario para cubrir a través de la sindicación el porcentaje necesario para convertir a Cerdà en accionista mayoritario. Luego Cerdà cedería las acciones a los italianos, abandonaría la presidencia y, si se cumplen sus deseos, obtendría un contrato de 5 años a razón de 100.000 euros anuales para seguir “trabajando” en el club.
Como veis, en este pieza de teatro aún quedan muchas sorpresas por descubrirse. Eso, si en realidad lo que quiere Cerdà es ir a la ampliación de capital. Porque también hay otro paisaje que conviene no descartar, y es que en realidad el genial presidente lo esté enredando todo para ganar tiempo y conseguir que la Liga desbloquee los 4,2 millones de euros de Mediapro, porque con ese dinero daría de sobra para acabar la temporada. ¿Por qué haría eso Cerdà? ¿Quizás para que el que entre no abra los cajones?
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