Miguel Juan Urbano.
Se llevan disputadas dos jornadas de la Liga Nacional juvenil, grupo balear, y dos equipos menorquines han incurrido en errores evitables en sus alineaciones que pueden tener repercusión según como se desarrolle la competición.
La situación creada desprende dos consecuencias. Por un lado cuestiona la gestión de los clubes afectados, CD Menorca y CE Ferreries, para ajustarse al reglamento, y por otra revela el sorprendente celo con el que actúan los rivales que han impugnado ambos encuentros, en este caso el Peña Sant Jordi y el Ferriolense.
El CD Menorca ha sido sancionado ya con la pérdida del partido ante el PE Sant Jordi por 0-3, cuando había sumado un punto (1-1), por la alineación indebida de su jugador cadete, Jefferson Echeverri. El club olvidó efectuar la solicitud a la Federación, preceptiva según el reglamento cuando se trata de un jugador extranjero para actuar en un partido de categoría nacional. «Es un chico de las divisiones inferiores y al estar ya en el club se nos olvidó efectuar esta petición que, sin embargo, no se necesita para jugar en Regional, solo en categoría nacional», explica el directivo menorquinista Emilio Urbano. La lástima, añade, «no es que perdamos un punto sino que el Peña Sant Jordi suma tres y puede ser un rival directo».
En cuanto al Ferreries debe presentar alegaciones por haber alineado, desde el minuto 89 hasta el final del partido ante el Ferriolense, a seis jugadores con ficha del equipo de Liga Nacional y a 4 con ficha del B, cuando el reglamento obliga a que siempre se hallen en el campo un mínimo de 7 futbolistas con licencia del equipo de la categoría. «Fue un solo minuto, cuando entró Miquel Pons, del B, por Joan Coll. Entonces, es cierto, nos quedamos con 6 jugadores del primer equipo y 4 del segundo porque habíamos sufrido una expulsión minutos antes», explica el presidente del Ferreries, Mingo Martí.
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