El fútbol de Ibiza y Formentera se paralizará el próximo fin de semana por la muerte del presidente del Sant Jordi, Francisco Serra Tur –conocido en los círculos futbolísticos como Kiko Serra–, que apareció muerto en su casa a primera hora de ayer.
Al parecer, Serra murió la madrugada del sábado al domingo mientras dormía y aunque ayer se dijo que fue por una hipertensión pulmonar, las causas exactas no se conocerán hasta hoy, cuando se le practique la autopsia. Kiko Serra será enterrado mañana jueves.
Todos los entrenamientos y partidos del club verdinegro han sido suspendidos, incluido el de Liga Nacional juvenil en Menorca, y la delegación insular de fútbol ha pedido que se guarde un minuto de silencio en todos los partidos que se jueguen este fin de semana. Además, los clubes podrán llevar brazaletes negros en sus camisetas si lo consideran oportuno.
También ha sido suspendida la Fiesta del Deporte del municipio de Sant Josep, que tenía que celebrarse el próximo sábado, en señal de duelo.
El máximo responsable del Sant Jordi tenía 41 años (nació el 6 de mayo de 1973) y el sábado estuvo toda la tarde en el campo municipal, donde se jugaba el derbi insular contra el Portmany de la Liga Nacional juvenil.
Serra comentó a varias personas que no se encontraba bien, que tenía molestias, pero ni él ni nadie dio importancia a su malestar. El sábado por la noche fue la última vez que se le vio con vida.
El domingo, kiko no apareció por las oficinas del club, pero nadie le dio importancia. Su madre le llamó por teléfono, pero su hijo no contestó.
El lunes tampoco fue a trabajar (era funcionario de la conselleria de Juventud y Deportes), y su ausencia causó extrañeza porque nunca faltaba al trabajo, pero se pensó que habría tenido algún problema personal que justificaría su falta.
Su familia, mientras tanto, seguía intentado hablar con él por teléfono, pero seguía siendo imposible.
Ayer, a primera hora de la mañana, la madre acudió a la casa donde vivía solo el joven y vio que el coche estaba aparcado en la entrada, pero al no abrir nadie y no poder entrar porque estaba todo cerrado, llamó a la Policía Local, que envió a dos agentes. Una vez en la casa, uno de los policías forzó una ventana y encontró el cadaver de Serra en su cama.
A partir de aquí, se movilizó la Guardia Civil, los servicios de urgencias y también un psicólogo para que atendiera a la madre.
La noticia corrió como la pólvora en los círculos futbolísticos de la isla. Nadie daba crédito a la noticia porque nadie quería admitir el fatal desenlace, pero era tristemente verdad.
El mundo del deporte pitiuso y del fútbol en particular sufrió el impacto del peor suceso: Kiko Serra, el alma mater del Sant Jordi, había muerto.
Dolor y admiración
La trágica noticia provocó las lágrimas de los que le conocían y que mostraron su rabia, pero también su admiración hacia una persona querida y comprometida con el deporte y con ´su´ Sant Jordi, como reconocieron cientos de personas durante todo el día en las redes sociales y también personalmente.
El Ayuntamiento de Sant Josep redactó ayer un comunicado lamentando el fallecimiento de Kiko Serra, «una persona muy querida en nuestro municipio por su vinculación a la Penya Esportiva Sant Jordi».
También el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, envió sus condolencias a la inconsolable ayer familia del Sant Jordi.
Las lágrimas y los abrazos de dolor también aparecieron ayer tarde, en la reunión de urgencia que mantuvieron en el campo municipal de Can Guerxo la directiva en pleno, todos los entrenadores y también algunos aficionados que acudieron para transmitir sus condolencias a la familia verdinegra.
En esta dolorosa cita, a la que acudieron unas 30 personas, se acordó que ningún equipo del Sant Jordi entrene esta semana ni que jueguen sus partidos de Liga porque tanto ellos como los jugadores «tienen que asimilar esta pérdida. Ahora no pueden pensar en un partido de fútbol», dijo un directivo.
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